Ocho capítulos conforman la serie "The Sinner" que ha estrenado la plataforma Netflix en octubre. Esta producción encabezada por Jessica Biel y protagonizada por ella misma y por Bill Pullman en sus papeles protagonistas, nos enfrenta desde el mismo inicio del primer capítulo en la investigación de un extraño asesinato. Cuando el matrimonio formado por el personaje encarnado por Beil, y su marido, disfrutan de una jornada playera junto al bebé de ambos, algo provoca en ella una extraña reacción. Sin mediar palabra, se levanta y acuchilla repetidamente a un joven que se encontraba con unos amigos a escaso cinco metros de la familia. Sin llegar a entender por qué lo ha hecho, la policía arresta a la mujer y da comienzo a una profunda investigación para conocer que habría provocado aquella extraña acción.
Bill Pullman interpreta a un extraño y oscuro inspector, que se involucra en el caso, para desentrañar el inexplicable suceso. Mientras va descubriendo pistas que van abriendo los ojos de la homicida, paralelamente, la serie nos va presentando mediante flashback, la infancia y adolescencia de la joven, haciendo que el espectador, mientras acompaña al inspector en su investigación, vaya descubriendo, la profundidad de un hecho del pasado que pudo provocar aquel sangriento incidente. Desde luego, el entorno familiar y la vida del pueblo en el que conviven los protagonistas, hace que esta serie no logre desprenderse de cierto tufillo a telefilm, del que logra finalmente sobreponerse conforme avanza la serie. Sus creadores tienen la capacidad de ir desentrañando con un buen uso del suspense, los recovecos, que no son pocos, del caso. Esto, junto a una solvente e impactante actuación de Jessica Biel, hacen de este producto algo más que interesante.
Como digo Jessica Biel se presenta interpretando este complejo papel con consistencia. Bill Pullman, tampoco yerra en la encarnación de un policía con ciertos problemas matrimoniales, derivados de complejos problemas personales. Aunque creo que su papel resulta en general manido y algo artificioso. Ambos, mediante un guión pelín engañoso y muy intuitivo, desarrollan esta serie, que si bien podría plasmarse en una película de sobremesa de dos horas, logra estirar la historia, provocando, como hizo en mi caso, interesar al espectador, sobre el porqué de los acontecimientos y su origen real. Interesante producto, del que sale ganando, sin duda, una sorprendente Jessica Biel.