Y como no, seguimos con las sagas de la productora Marvel, que de la mano de Disney, sigue mostrándonos las historias de los héroes pertenecientes al grupo de Los Vengadores. En este caso le toca a Thor y su segunda película, El Mundo Oscuro. Realmente esta vez, si que nos encontramos ante un film algo más oscuro, sobre todo en su segunda parte.Tras la batalla de Nueva York, Thor vuelve a Asgard llevándose como prisionero a su hermano Loki. A partir de aquí, tendrá de pacificar los nueve planetas y dedicará dos años a conseguirlo. Mientras tanto, su querida Jane Foster, sigue trabajando en sus investigaciones sobre la materia y el universo. Y de un mundo muy lejano, un antiguo enemigo de la saga de Odin, vuelve para recuperar un arma destructiva, con la que destruir no solo su reino, sino todo el universo.
Esta, que al uso es una trama bastante manida, cuenta con una figura clave y diferenciadora de otras películas al uso. Sin duda Loki es una de las creaciones de Marvel más interesantes en la mitología de Asgard. Un hijo, no de sangre, un hermano deseado pero no querido, un hombre que navega entre dudas y traiciones, entre el amor a su madre adoptiva y el deseo de poder. Un personaje lo suficientemente profundo para aportar a esta película una poderosa razón para ir a verla al cine. Desde luego Tom Hiddleston ha sido una gran elección para interpretar al hijo traidor y perdido entre su ambición y su inseguridad.
Por lo que respecta al otro malvado que aparece en la película, el elfo gris Malekith y su arma asesina llamada Ether, son el punto de equilibrio en que se apoya el director para dilucidar la posición de Loki ante la destrucción de Asgar y su familia... Y esto es lo que resalta de una película que en general no deja de ser fuego de artificio, efectos especiales y grandes peleas de poder a poder. Los secundarios compañeros de Thor, dejan bastante que desear, como lo hicieron el la primera de la serie y exceptuándo a Anthony Hopkins en el papel de Odín e Idris Elba como Heimdall, los personajes de Asgard, terminan siendo bastante planos, incluyendo al propio Thor. Respecto a los personajes terrícolas, Natalie Portman guapísima, con mucha clase, pero poco más, y los demás meras actores, comparsas cómicas de la película... Por otro lado, sí me ha llamado la atención la peculiar ubicación de la batalla final entre Thor y Malekith. EL exterior de los palacios de Greenwich en Londres. Un escenario impresionante que aporta empaque a lo que es la típica pelea entre el superhéroe y el villano, pero que deja un poso de calidad.