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viernes, 20 de diciembre de 2013

"Guerra Mundial Z"

Las primeras imágenes que nos llegaron de esta película por medio del trailer, nos mostraban a una masa de seres que a modo de hormigas o termitas se agolpaban unas sobre otras para encaramarse a un muro y cruzarlo. La metáfora que nos intenta mostrar el director Marc Forster, es el comportamiento de la naturaleza salvaje, que a modo de simbiosis y de manera depredadora, intenta sobrevivir, anulando y destruyendo al que puede ser su opositor en un espacio vital determinado. Así nos lo presenta el científico que junto a Brad Pitt, intenta buscar el origen de la pandemia que ha originado la epidemia por la que los seres humanos se están convirtiendo en auténticos depredadores, aquí llamados no muertos o zombies.

Nos encontramos con una película que se encuentra entre el género de los zombies, que desde hace 10 años domina, junto a los superhéroes, la expectación de las salas de cine, y un tipo de género menos manido pero que tiene un interés más actual, como es el de las plagas, los virus y la manera en que estos se propagan poniendo en riesgo la vida de los humanos en el planeta. Esta claro que películas como "Amanecer de los muertos" y "28 días después" han influido en la que ahora reseño. La super velocidad de los zombies, la desesperación de los civiles y la poca eficacia del ejército frente a la masa desbocada e imparable, se repiten. Lo que quizás diferencia una de las otras, es el origen de la enfermedad y el por qué atacan de semejante manera, los llamados no muertos, a la mayoría de los mortales. Un perfil casi ecologista, naturalista, como si se tratara de una metáfora, nos enfoca hacia una mundo superpoblado, en el que cualquier plaga podría hacer enfermar a la humanidad y hacerla perecer.
Por supuesto y como cabría esperar, hay algunas escenas realmente impactantes, como el inicio sorpresivo de la película y el ataque zombie a Jerusalén. Sin embargo, hay una escena que no por espectacular, deja de tener importancia. Me refiero a la corta conversación que mantiene Brad Pitt y el ciéntifico, en el avión con destino a Corea. Las palabras del joven investigador definen claramente cual va a ser el mensaje de la película, independientemente de la acción, ruido y espectacularidad que adornen el film. Como bien sabéis, la película se basa en un libro que por cierto, tengo pendiente de leer, y que se basa más en la pandemia en si, en sus causas, efectos y consecuencias, más que en el zombie en sí. Me imagino, que aprovechando el auge de los No muertos el director y la productora, a decidido enfocar la película hacia un género más de acción y espectacularidad, buscando a un público dispuesto a disfrutar de muchos fuegos artificiales. Y realmente la película lo consigue. Resulta muy entretenida, altamente adictiva. A su vez en pequeños tramos, intenta mandarnos ciertos mensajes cifrados, que se pierden en la vorágine de tanto correr, de disparos cruzados y de una búsqueda de un antídoto, que al final, sí que nos resalta el por qué de una enfermedad que nos acerca al salvajismo más real de la naturaleza de la que descendemos.
Respecto a los actores, Brad Pitt es un actor solvente, pero que en este caso poco puede demostrar e interpretar con su actuación, por lo que su aparición no deja de ser un efecto llamada para sus fans más acérrimos. Está claro que no nos encontramos con una película de actores. Sí es, sin embargo, una cinta de director, que es el que nos sumerge con su adaptación del libro, en un montaje bien elaborado, sin más efecto que el de conseguir una buena película de acción, bien rodada y que nos hace disfrutar en su extensión de principio a fin, que no es poco.