"Volveréis"

Ganadora del Premio de la Quincena de Realizadores en el Festival de Cannes de 2023, esta película dirigida por Jonás Trueba me atrapó desde la primera escena que vi en el cine, en su aparentemente trivial premisa argumental. Una pareja acostada en la cama entre las sombras de su dormitorio, se plantea celebrar con una fiesta, su separación después de casi quince años de matrimonio. Semejante plan tiene como origen un comentario del padre de ella, interpretado por Fernando Trueba, en el que decía que más valía celebrar las separaciones que las bodas. Ante esta premisa, la pareja interpretada por unos fantásticos y muy naturales Itsaso Arana y Vito Sanz, comienza su andanza para organizar y comunicar la fiesta a amigos, familiares y conocidos varios, quienes muestran diferentes reacciones y dispares opiniones ante tan sorprendente decisión.

Lo curioso e interesante de la propuesta de Jonás Trueba es que en ningún momento se muestran al espectador las razones por las que la pareja ha decidido romper su relación de pareja. De esta manera quien desde sus asientos comparte con los intérpretes las reuniones y citas para compartir su decisión, es incapaz de tomar partido ni prejuzgar a ninguno de los dos en su relación y decisión. Por lo demás, mientras se muestra en pantalla ese heterogéneo grupo de reuniones y conversaciones, el director comparte el día a día laboral y profesional de ambos. Es en este aspecto de la película donde Jonás además, muestra como la protagonista, directora de cine, está trabajando en el montaje de su último film que, sorprendentemente, se trata de su misma situación de pareja mientras organizan la fiesta de su separación, en un proceso evocador de hacer metacine.. Esto resulta la mar de interesante y otorga al film un punto de vista más diverso y lleno de encuadres, diálogos y un montaje, que juega con la realidad de los protagonistas y su entorno, en un viaje hacia el posible cierre de su relación, paralelo en su desarrollo al montaje final de la película de la protagonista.

Podría derivarse del visionado de la peli, tal como he hecho yo, que la propia fiesta a organizar es lo que empuja a la pareja a llevar a cabo la separación. De ahí la sorpresa de unos y otros cuando se les revela la intención de llevarla a cabo. Volveréis, el título de la peli, es una de las palabras que les repiten constantemente sus amigos cuando les cuentan su decisión. Aunque también es cierto, que la palabra elegida podría ser cualquier otra, debido a que a lo largo y ancho del film, los puntos de vista de quienes son receptores de la noticia son diversos y, en ocasiones, contradictorios, como en el caso del padre de ella, en una de las escenas más bonitas e ingeniosas de la película, de la mano de Trueba padre. Esto aporta al espectador multitud de visiones y puntos de vista sobre la relación de una pareja, para todos casi perfecta, de ahí la perplejidad mostrada y el juego de matices tan interesante que nos ofrece Jonás Trueba. No estamos ante una comedia al uso, ni siquiera creo que se pueda incluir en éste género maltratado por la gran cantidad de producciones planas y estúpidas con las que se llenan las plataformas y pantallas de cine. Todo lo contrario. La película de Jonás apuesta por mostrarnos los mil y un recovecos que derivan de la propia decisión de romper una relación de tantos años. Repito, que el hecho de desconocer el porqué de la misma es uno de los puntos más acertados de la cinta. Una cinta que explora a la pareja, en sus miradas, situaciones, comentarios y silencios, con una verdad creíble y casi tan cotidiana como la vida misma, mostrando al espectador el buen hacer del director tras la cámara y montaje, y el trabajo realizado sobre un guion creado entre el propio Jonás y los dos protagonistas de la peli, en un poderoso acierto narrativo e interpretativo, que redondea una cinta especialmente recomendable, por su fondo y forma.