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jueves, 27 de julio de 2023

"indiana Jones y el dial del destino"

Vista y disfrutada ya hace unas semanas. Esta última entrega de Indiana Jones, resulta especialmente entretenida, en una concatenación de persecuciones, escenas de acción y peleas, en las que la figura de un avejentado Dr. Jones, nos retrotrae sin ataduras extremas, a ese subgénero protagonizado por las aventuras arqueológicas del personaje de las que tanto disfrutamos en su momento.
Ya por sí, el comienzo trepidante de la película nos traslada a finales de la IIGM, con un Indiana Jones en plena búsqueda de uno de esos mitos tan esquivos como es la lanza que hirió a Cristo en la cruz. Sin embargo, en un batiburrillo maravilloso de persecuciones, idas y venidas y encontronazos en un tren lleno de nazis, un nuevo objetivo cambia las tornas en la vida del renqueante Dr. Jones años después, en el día de su jubilación como profesor en un instituto de Nueva York. Habrá que retrotraerse en la Historia, a la época de Arquímedes, al principios del siglo III a.C. para reencontrarnos con una nueva aventura, afrontada con cierta añoranza y con las típicas sornas del protagonista, acompañado de una joven, ambiciosa e intrépida buscadora de tesoros con hambre de éxito. Todo esto, en su conjunto, se presenta unido a una serie de viajes a lo largo y ancho del Mediterráneo y las susodichas carreras por ver quien avanza primero en la búsqueda de un objetivo que, promete nuevas miras en el destino de un mundo marcado por las consecuencias de la guerra perdida por los nazis veinticinco años atrás.
A pesar de presentarnos algunos llamativos vacíos argumentales y temporales, esta última entrega funciona con una respetable calidad sin caer en ñoñerías o sensiblerías que pudieran haber provocado una quiebra en la despedida de un Indiana Jones muy bien acompañado. Si además de esto, el guion mantiene el suspense hasta el final de manera relativamente acertada, y maneja el tempo de los hechos con cierta solvencia, tenemos un producto que parece alcanzar el fin buscado, mediante la propuesta de una cinta de aventuras, plena de acción, que no decae en ningún momento, sin dejar de ofrecer al espectador numerosos guiños a la existencia de un personaje sólidamente cimentado en nuestra memoria. La aparición de aquel maravilloso Sallah, o la inclusión del chaval llamado Teddy, o la presencia de tres malos malísimos representando la sombra nazi de la que parece no escapar un Indi, empeñado en emprender el camino hacia un retiro que le llene y colme de sus aspiraciones a veces esquivas, componen un cocktail ideal con el que disfrutar de todo el metraje de la peli.
No olvidemos que esta cinta está dirigida por uno de los directores más acertados y redondos del cine actual. James Mangold tiene la particularidad de acertar con sus apuestas variadas y heterogéneas en las producciones en las que se embarca. Copland, Inocencia interrumpida, Identidad, La cuerda floja, El tren de las 3.10, Logan o Le Mans´ 66 no son el producto de meras casualidades, sino más bien, el resultado del trabajo de un director capaz de adaptarse al genero en el que se introduce, con notable acierto. Y esto es lo que vemos en la última entrega de Indiana Jones. Una película perfectamente dirigida dentro de lo que se esperaba de un producto encadenado y mediatizado por la saga creada hace más de cuarenta años. Debemos reconocer su valía y acierto, más allá de las debilidades y fallas propias de este tipo de film de aventuras llenas de viajes, cambios temporales tan radicales y tramas deudoras del entretenimiento propio del género.
Respecto a los intérpretes, tanto principales y secundarios, el plantel al completo resulta, en general, acertado. Comenzando por el propio Harrinson Ford y pasando por una estupenda PhoebeWaller-Bridge, un sobresaliente, siempre, Mads Mikkelsen, unos secundarios de lujo como John Rhys-Davis, Antonio Banderas, Thomas Kretschman, Toby Jones, un joven y acertado Ethan Isidore, y algunas sorpresas más. En conjunto todo resulta equilibrado. Incluso el uso de los efectos especiales y la tecnología necesaria para rejuvenecer al protagonista principal juegan ya en una liga a la que nos vamos acostumbrando, pero que, también espero, respete como lo hace esta peli, cierta artesanía en la dirección de actores y actrices y su comunión con los escenarios y la historia a contar. En definitiva, Indiana Jones se despide con la cabeza bien alta y la conciencia tranquila por haber ofrecido a sus miles de aficionados una conclusión a la altura de sus estupendas tres primeras películas. Por supuesto obvio intencionadamente su terrible cuarta propuesta, absolutamente para olvidar. No lo duden y vayan a verla en pantalla grande. Pura aventura, sazonada de nostalgia de la buena y mucho sentimiento reconcentrado en el personaje de un Indi, sabedor de que el destino está en sus manos.


 

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