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lunes, 26 de junio de 2023

"Smonk" - Tom Franklin

 

Llevaba años siguiendo la pista de la editorial Dirty Works, una de esas firmas outsiders de nuestro país que publica con libre albedrío y con conocimiento de marca, a novelistas estadounidenses sureños en los que la espontaneidad, los ambientes oscuros bañados de bourbon y la seña de identidad del realismo crudo, son marca de la casa de esas localizaciones del sur de los Estados Unidos.  No terminaba de decidirme qué novela elegir para romper el fuego hasta que me enteré de la publicación de Smonk, un western de un autor ya publicado por Dirty Works y que, por lo que había leído, era uno de los referentes de la casa.

La historia nos lleva a un poblacho llamado Old Texas. Smonk acude a su propio juicio donde arrasará con todo lo que se ponga por delante, abriendo un melón de sangre y barro que retrotraerá al lector a revivir los sucesos que acaecieron en aquel lugar años antes y que rodean el devenir del protagonista y de una serie de personajes que se buscan y encuentran en base a su persona. Una joven prostituta, un comisario al mando de una patrulla de mercenarios cristianos, un grupo de mujeres aparentemente indefensas y un alguacil venido a menos, forman parte de la amalgama de increíbles y extremos figurantes que deambulan a lo largo de esta novela cruda, directa y desenfrenada. Las escenas llenas de irreverencias, sexo, suciedad y crudeza, hacen que las piezas diseminadas de unos personajes aparentemente inconexos, poco a poco comiencen encajar en un continuo baño de mierda, sangre y semen. La crudeza de sus vidas, pasadas y presentes, deambulan en un micro universo en el que las mujeres, los niños y las ratas que viven en Old Texas ejerzan una fuerza sobre los protagonistas como si de un imán se tratara, mostrando un destino irremediable de venganza, deseo carnal y búsqueda de pura y simple supervivencia.

Y todo esto presentado por su autor, Tom Franklin, con un lenguaje directo y seco, ágil en su presentación y sin censuras ni nimiedades. Los personajes se presentan, con cierta parsimonia pero sin filtro, en un juego de cambalaches y giros que llevan al lector directo a donde desea el autor, provocando cierta adicción malsana por no despegar los ojos de las páginas de una novela que atrapa por su frescura narrativa y su suciedad buscada. Lo uno lleva a lo otro, y lo otro a lo uno, en su búsqueda por cerrar un círculo que parece imposible de concretar en su circunferencia. Y, sin embargo, en un juego narrativo versátil, las tramas llegan a una conjunción casi increíble y, por la misma razón, difícil de abandonar por el lector, ávido de respuestas y de más escenas rocambolescas, de las que no faltan en este ejercicio del género del western, llevado a al más histriónico y grosero extremo. En definitiva, y me vais a permitir, Smonk es droga literaria de la buena, de esa literatura valiente, transgresora y rupturista que tantas veces se echa de menos en un universo editorial excesivamente blanco, limpio, respetuoso y muchas veces políticamente correcto. Repetiré con el autor sin duda alguna y volveré a leer y reseñar algunas de las novelas de la editorial más adelante, no tengáis la menor duda que se me ha subido la curiosidad a extremos difíciles de controlar.



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