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martes, 15 de marzo de 2022

San Martín de Unx - Bodegas Máximo Abete

Este pasado sábado recuperamos, Natalia y yo, la saludable costumbre de visitar alguna bodega de las que elaboran tan buenos vinos en nuestra Navarra. Unos días antes leí en Facebook que las Bodegas Máximo Abete de San Martín de Unx, ofrecía una visita y cata de vinos y quesos aprovechando que nos encontrábamos en la semana del 8 de marzo, día de la mujer. Esto es así porque la bodega la dirigen y gobiernan Yoanna y María, las herederas de Máximo, fundador en 1995 de la entonces conocida como bodega Guerinda, reconocida en aquellos años en el panorama vitícola navarro. A este factor y valor femenino, se une un trabajo de la uva y del vino basado en la tradición, lo artesanal y el cuidado y puesta en valor de viejas viñas de garnacha, uva tan valorada ahora en tierras de la Baja Montaña de Navarra, además de ofrecer otras variedades del entorno, en un comprometido avance en su elaboración hacia lo ecológico. 

Sin pensarlo dos veces reservamos cita y disfrutamos de la agradable guía de la mano de Rakel, majísima y volcadísima mujer, que forma parte del equipo de trabajo de Guerinda Máximo Abete desde hace muchos años. Tuvimos la suerte de disfrutar en esta larga mañana, más de dos horas y media de conocimiento, de buenos vinos, gustosos quesos y muchas risas, con tres aficionadas al buen beber de la zona, con las que hicimos muy buenas migas. Todas, porque yo me consideré una más, catamos cuatro sabrosos caldos: El extraordinario rosado Casa La Sierra, el chardonnay denominado La Blanca, un sorprendente blanco a base de garnacha gris, conocido como La Roya y, por último, un goloso tempranillo con 4 meses de barrica llamado La Cruzica. Todo ello acompañado de cuatro quesos de cabra, vaca y oveja de la quesería Lácteos Las Tres Sierras de Cintruénigo, que estaban para chuparse los dedos. En definitiva, una gozada de mañana, disfrutada al 100% de la mano de una bodega que trabaja con gran cariño y respeto, tanto la tierra, como la uva y el diseño de sus vinos. Repetiremos, seguro. Por cierto, no salimos de allí con las manos vacías. Además de irnos con las copas de la cata de regalo, compramos una botella del chardonnay que he comentado antes, un crianza de la casa llamado El Máximo y uno de los nuevos vinos de garnacha de terruño/terroir que están empezando a elaborar con tanto cariño y buen gusto, en este caso con uvas provenientes de pequeñas parcelas de Pueyo y Tafalla.








2 comentarios:

  1. Y encima parece que el tiempo acompañó. Habrá que probar esos caldos en cuanto se pueda. ¡Gracias!

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    1. Sí que merece. Su chardonnay acaba de ser elegido mejor blanco del Navarra de este año.

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