"En la corte del lobo" - Hilary Mantel

Allá por el año 2009 una novela histórica escrita por una semidesconocida escritora británica en España, recibió el prestigioso premio Man Booker Prize. Tres años después, y para sorpresa de críticos y aficionados, la secuela de su anterior obra premiada, recibía de nuevo el Man Booker Prize de aquel año, algo hasta entonces sin precedentes. Años después, Hilary Mantel, la autora de la que estoy hablando, cerró con una nueva entrega la trilogía que comenzó con el libro que hoy reseño, En la corte del lobo.

La novela nos traslada al siglo XVI en la corte del rey Enrique VIII. El monarca inglés lleva años casado con Catalina de Aragón y su matrimonio no le ha dado más que una hija llamada María. Es por ello que encarga al cardenal Wosley gestionar con Roma el divorcio de la española, para poder casarse con su amante Ana Bolena. Es en este escenario donde comienza a despuntar la figura del protagonista principal de la novela, Thomas Cromwell, un cortesano hecho a sí mismo que, primero bajo la sombra del cardenal y después gracias a su diplomacia, juegos de poder e inteligencia, fue haciendose un hueco preeminente y principal en la corte de Enrique. 

Nos enfrentamos con una novela de alto nivel literario, en la que la escritora se refiere durante toda su extensión al personaje principal, por medio de un narrador que  habla de él en tercera persona, situando la narración en un presente que salta entre hechos pasados y presentes a lo largo y ancho de toda su extensión, de manera que la atención del lector gira continuamente alrededor de la visión y los actos de Thomas Cromwell. Quizás cuesta acostumbrarse a una narrativa algo compleja en su presentación y que exige una lectura atenta y comprensiva. Sin embargo, conforme avanza el relato y se presentan las vicisitudes que se producen entre los años 1520 y 1535, sus páginas atrapan con cierto magnetismo al que se adentra en una jungla cortesana donde los intereses por alcanzar el poder y la confianza de Enrique VIII, llevan a los personajes hacia un juego de traiciones, zancadillas, seducciones y favores inapelables.

Hillary Mantel dibuja el gran número de actores y actrices que aparecen en este escenario histórico con gran acierto, moldeando con evidentes claro oscuros a cada uno de ellos, en cuanto a la posición que presentan en la corte y su deseo de medrar bajo la sombra del rey, utilizando todas las armas y ardides que tienen a mano. Los juegos amatorios de Enrique, primero con Ana Bolena, pondrán en posición ventajosa a su familia y seguidores, mientras la Iglesia anda por la cuerda floja, en un país donde no solo el soberano busca divorciarse de Catalina, la reina, sino que además intereses económicos y de poder, buscan sangrar y arrebatar el poder terrenal a la institución dependiente de Roma. Mientras, el protestantismo es perseguido en Inglaterra, por causa de la traducción al inglés de la Biblia, provocando juicios de inquisidores y quemas en las plazas públicas. 

Como decía antes, la autora define con concisión personajes históricos tan importantes como los que he comentado a lo largo de la reseña y otros tan claves como Thomas Moro, George Cavendish, Stephen Gardiner, los duques de Norfolk y Suffolk, William Warham, o los miembros de la familia Seymour. Tampoco olvida Hilary Mantel dar espacio y personalidad a los familiares cercanos de Cromwell, Moro o Ana Bolena, enfrascándolos no solo en la vida cotidiana y familiar de cada uno de ellos, sino también introduciéndolos en el juego de poder y gloria en el que la corte y su entorno se encuentra imbuida. En definitiva, estamos ante una novela muy bien trabajada, respaldada por un notable estudio histórico de la época y un contundente trabajo de los personajes presentados, en un número nada desdeñable y que, en mayor o menos medida, aportan la esencia necesaria a la novela para colocarla a un notable nivel narrativo y literario. Solo me queda continuar con la trilogía y seguir disfrutando de la gran lucha por el poder en la que se enfrasca la corte de Enrique VIII.