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lunes, 1 de marzo de 2021

"Cielos de plomo" - Carlos Bassas del Rey

 

Recientemente acaba de salir publicada la última novela de Carlos Bassas del Rey. El autor ha decidido dar un pequeño giro a su obra, embarcándose en una novela ambientada en otra época histórica diferente a la actual. En sus páginas nos presenta una serie de sangrientos sucesos acaecidos en la Barcelona de 1843, justo antes del derribo de sus murallas y en plena regencia nacional del general Espartero. 

Como indica al final del libro, en unas pocas páginas definidas como Notas del Autor, su intención se ha volcado en crear una obra literaria  situada a mediados del siglo XIX, sin afán de crear una novela histórica al efecto, sino más bien, con la idea de narrar, con verosimilitud y coherencia, una historia de ficción localizada en un momento concreto de la historia. Es verdad que algunos personajes existieron, pero no lo hicieron en la puntual y extrema situación embarcada por Carlos en la trama principal. Es verdad que aparecen en ella algunos hechos históricos que sirven de base para moldear un entramado creado en la mente del autor. Sin embargo, nos encontramos con una ficción novelada, eso sí, ensamblada con detalle en un contexto histórico real. Es bueno plantear al lector esta premisa, aunque se haga al final de la novela, con la intención presentar las bases del rigor con el que Carlos Bassas quiere plantear su novela. Y aunque me haya extendido un tanto en esta explicación, es interesante plantearla al futuro lector de Cielos de plomo, especialmente en descargo de un escritor estricto en su trabajo de investigación, alrededor de lo que escribe, y honrado en la presentación de su trama.

La novela gira alrededor de un joven barcelonés llamado Miquel. Huérfano e integrado en un grupo organizado de jóvenes delincuentes denominado Tinya, se enfrenta a una cambio radical en su día a día, cuando se descubre el cuerpo mutilado de su mejor amigo. A raíz de ese momento el joven se aventura en una peligrosa historia de investigaciones y pesquisas en una Barcelona angostada entre sus murallas, envuelta en el humo negro de sus fábricas y ahogada en las miserias, barros y podredumbre de sus callejas y hacinadas casas. Estamos en 1843 y la metrópoli mira hacia Cuba mientras los bolsillos de algunos se llenan de dinero a rebosar. La política de interés y Las ganas medrar en la sociedad, resultan términos esquivos a nuestro protagonista, hasta que se mezcla con una serie de curiosos e interesantes personajes, en su indagar por encontrar al asesino de su amigo. Esta novedosa y traumática situación le llevará no solo a sufrir un rotundo cambio en su vida, sino también a intentar gestionar miedos ocultos, madurar en su escurridiza adolescencia, descubrir una sociedad tan lejana como opulenta y descubrir el sucio trasfondo y los bastidores de un escenario que está apunto de llevarle más allá de unas murallas que cuentan sus días. 

Carlos Bassas construye una novela más bien corta en la que, sin embargo, se suceden un buen puñado de cosas interesantes. Lo primero de todo, debo resaltar la trabajada y estudiada ambientación de Barcelona y sus habitantes de aquellos años del siglo XIX. Su nivel de detalle en cuanto al conocimiento de sus calles, callejones y rincones recónditos, es espectacular y, me atrevo a decir, quizás excesiva, para el que no conoce aquel entramado de Barcelona. Es más, considero que la presencia de un plano más grande y detallado del que se acompaña en el libro hubiese sido más que necesaria. Sin embargo, este detallismo conduce al lector a sumergirse sin remedio, en una ciudad llena de rincones, recovecos y lugares, casi tan protagonistas como los propios personajes, alojando sin filtros al lector en la escena del crimen. Hay momentos en los que se puede oler la mierda y los orines del suelo, en los que se respira el humo plomizo y sucio de las chimeneas de las fábricas, en los que se puede pasear por los conocidos y anchos pasajes de la ciudad,  y disfrutar de algunas casas y palacios de abolengo, así como de las míseras viviendas de algunas zonas de la ciudad. No hace falta esforzarse. Carlos lleva al lector de la mano con firmeza y, sin casi esfuerzo, uno se ve aprisionado en aquel entramado de calles. 

De la misma manera, los caracteres de los personajes y protagonistas involucran casi sin esfuerzo al que se aventura a sumergirse en las páginas de la novela. No estamos hablando de muchos protagonistas. Más bien pocos, pero fantásticamente perfilados en un contexto social e histórico que, junto a su perfil personal, completan un elenco robusto y bien definido. Por lo demás y, sin entrar en detalles, este conjunto de circunstancias se aderezan con lo más importante: una sólida trama. Una trama bien construida, creíble y ensamblada en su contexto histórico, que goza del necesario suspense y acción, incluso de un tanto de meditación sobre el sentido de la vida del muchacho huérfano en un entorno hostil. Si el reseñador se pone quisquilloso, quizás en algunos tramos sus resoluciones resultan demasiado aceleradas, poco desarrolladas. A lo mejor la novela hubiera necesitado de algunas páginas más en el desarrollo de su trama, especialmente en un parte final, creo que finiquitado algo apresuradamente. Con todo, Cielos de plomo es una novela en la que Carlos se ha movido como pez en el agua en su inmersión en una trama planteada siglos atrás en su querida Barcelona. A sus historias y personajes le van muy bien ese entorno histórico que tanto me gusta y que se acompaña, como traje hecho a medida, de asesinatos y casos plenos de suspense y crítica social, cual estilo de la clásicas novelas victorianas de crímenes que tan famosas se hicieron en su momento. Bienvenida sea y que vengan más.

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