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jueves, 14 de mayo de 2020

Desperta Ferro - "Bailén. 1808"

El primer número publicado por Desperta Ferro, en su línea de dedicada a la Historia Moderna, durante el parón realizado por la cuarentena provocada por el Covid-19, está dedicado a batalla de Bailén de 1808, encuentro militar que junto al levantamiento de Madrid de mayo, provocó un vuelco en la visión que Europa tenía de los hasta entonces indestructibles ejércitos de Napoleón, creó un frente en el sur del continente que provocó más de un dolor de cabeza a los franceses y, especialmente, ofreció una visión diferente de España y los españoles ante los demás países que estaban en guerra con Francia, como aliados en la guerras que ocupaban casi toda Europa. Si bien, el ejército francés no estaba comandado por Napoleón y, posteriormente a esta derrota, vinieron nuevas victorias de los imperiales y un cambio de tornas a favor de estos últimos, nada en España iba a resultar fácil para los franceses. Además, Reino Unido tomó buena nota de los sucedido en mayo y junio en el país, provocando su intervención en la Península y una nueva voluntad en la posibilidad de vencer a Napoleón en campo abierto.
Comienza este número con una goloso y completo artículo dedicado a la rebelión de las provincias españolas tras los hechos que tuvieron lugar en Madrid, y más particularmente, a la posición de preeminencia que tomó la Junta de Sevilla, aupándose y liderando la rebelión a nivel prácticamente nacional, al denominarse Junta Suprema de España e Indias. La reacción e indignación popular ante la presencia de los franceses y los posteriores actos de castigo tras el dos de mayo, provocaron un movimiento de rebelión no conjuntado pero unísono, desde los estamentos aristocráticos hasta el pueblo llano, auténtico baluarte de este movimiento junto a las diferentes juntas provinciales y ayuntamientos del país. A esto unimos la intervención de un nutrido grupo de hombres, políticos y militares, con una preparación y una autoridad francamente reconocida, que no solo supo gestionar la ingente tarea de este levantamiento casi espontáneo, sino que además trabajó y cultivó con cierta inteligencia los apoyos en el extranjero, especialmente del Reino Unido. Por supuesto, una de las decisiones principales y rápidamente tomadas en aquel momento fue la formación, el reclutamiento y la organización de un ejército capaz de proteger y defender, por lo menos, el sur de España y qué mejor, que hacerlo de la mano del general Castaños y especialmente de su mano derecha y desestabilizador en el campo de batalla, el militar suizo Teodoro Reding.
Tres artículos tres, desarrollan las estrategias militares que llevaron al desarrollo de la famosa batalla. Dupont estaba al mando de las tropas que se enviaron en la campaña de Andalucía con la intención de controlar la zona y llegar a Sevilla. Hay que decir que las tropas francesas si bien no eran las mejores y desde luego no eran equiparables en número y preparación a las victoriosas divisiones que habían ensalzado a Napoleón como un militar invencible, si tenía en su formación algunos regimientos considerados de élite. En un primer artículo, se explica el movimiento francés en Andalucía y los primeros encuentros con las tropas españolas. Otro artículo se vuelca en explicar los movimientos previos a la batalla de Bailén y las posiciones tomadas por Dupont y el general Vedel en la zona entre Andújar y Bailén. En sus líneas deja claro que los movimientos indecisos y equívocos de Vedel beneficiaron al ejército español, pero no olvida puntualizar la valiente visión estratégica de Castaños y Reding, en su afán por no dar respiro al francés forzándolo a un encuentro militar en situación poco favorable. El tercer capítulo desarrolla y describe la batalla de Bailén, con multitud de detalles y, como en los otros casos, apoyado por un siempre espectacular soporte de planos y mapas. Por cierto, vaya ilustración la que ocupa una doble página de este número, de la mano del gran Augusto Ferrer-Dalmau, con el protagonismo de uno de los hospitales de campaña.
Dos últimos artículos vienen a completar este estupendo número de Desperta Ferro. Lo hace con sendas aportaciones que nos describen algunas de las consecuencias de la batalla, primero a nivel propagandístico y segundo, al respecto del complejo problema de cómo gestionar a los miles de prisioneros franceses que quedaron en manos españolas. El primero nos muestra los ecos de la victoria que llegaron a toda Europa. Nuestra imagen hasta entonces era pobre. Se nos tenía por un país poco desarrollado y casi salvaje. Si bien Bailén provocó no pocos parabienes tanto a nivel diplomático como a nivel de imagen como país, es verdad que, depende quien manejara la noticia, la realidad podía a llegar con cierta manipulación. Aunque debe quedar claro la importancia que tuvo el resultado militar en Reino Unido que, a pesar de la desconfianza en España, promovió una mayor actividad en la lucha contra Napoleón. El artículo titulado El destino de los prisioneros, muestra la dura y compleja situación de las tropas francesas rendidas a los españoles. Su cuerpos no solo tuvieron que sufrir el odio de los andaluces, como venganza a los desmanes cometidos por los de Dupont en la conquista de Córdoba, sino que además de pasar duros meses confinados en Cadiz en pontones convertidos en cárceles donde las enfermedades hicieron complicada la supervivencia, la gran mayoría, unos cuantos miles, fueron trasladados y estacionados en condiciones no especialmente dignas, a la isla de Cabrera. Un episodio bastante desconocido y que no deja especialmente bien a los españoles. En todo caso, un artículo final que sirve como colofón a un número pleno en datos, detalles, mapas e ilustraciones, francamente interesante.   

2 comentarios:

  1. En mi opinión uno de los mejores números de la Revista. Aunque el tema reconozco que me interesa especialmente.

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