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lunes, 15 de abril de 2019

"La Pasión según San Juan de J.S. Bach" - Daniel Reuss - Orchestra of the XVIII Century - Cappella Amsterdam

Tenemos que remontarnos al año 2016 para recuperar de la memoria aquel concierto en Baluarte de Pamplona, en el que el gran John Elliot Gardiner nos ofreció aquella visión tan personal de la Pasión según San mateo de J.S. Bach. Si aquel oratorio se tiene como el culmen de la obra musical religiosa universal, el que hoy refiero, para algunos su hermano menor, es para mi una de las obras religiosas más sentidas y humanas de la historia de la música. Solo referir algunos fragmentos de la obra nos remarca el perfil casi teatral y cargado de profundidad alrededor de la pasión y muerte de Cristo. Por poner como ejemplo, sobrecogieron durante la velada, entre otros, el momento de la negación de Pedro por tres veces, pleno de humanidad y remordimiento; la presencia de Jesús ante Pilatos, en un intento de éste por salvar al que no quería sentenciar; o la hondura y piedad reflejados en la muerte en la cruz. Todos ellos desvelan al espectador no pocos destellos del profundo sentimiento religioso, un intimismo recogido y estremecedor y, como no, un espectacular encuentro entre creencia, pasión y musicalidad.

Protagonizaban el escenario, la Orchestra of the 18th Century y la Cappella Ámsterdam, dirigidas por Daniel Reuss. Sin ir más lejos en 2011, ambos conjuntos grabaron este oratorio bajo la batuta de Frans Brüggen, fundador de la primera. La orquesta en cuestión está compuesta por músicos especializados en el género barroco y expertos en el uso de instrumentos de la época. Esta particularidad se nota en la sonoridad de la obra, aportando mesura en su interpretación y una musicalidad respetuosa con la época. La perfecta cadencia desarrollada en la obra, acertadamente pausada, escapó de la velocidad imprimida en algunas versiones, apostando por una interiorización que casa muy bien con la espiritualidad de la obra. La dirección de Reuss, prácticamente realizada durante toda su extensión desde una silla, marcó con firmeza pero sin aspavientos, las entradas, el desarrollo y el tiempo de orquesta y coro, con clarividente perfección. Coro que, por cierto, considero lo mejor de la velada, con un perfecto equilibrio en sus veintitrés componentes, tanto en voces como en volumen, digno de mención y elogio.


Respecto a los solistas, perfectos Thomas Walker en su papel de evangelista y Henk Neven como Jesús, éste último particularmente acertado y serio en su papel. Sus recitativos, especialmente de la mano del evangelista guiaron con mano firme la obra. Les acompañaron en las arias, Julia Doyle, Daniel Elgersma, Andrew Tortise y Nicholas Mogg, además de un anónimo barítono del coro, protagonista en los recitativos en su rol de Pilatos. Me gustaron especialmente las interpretaciones del barítono Mogg, profundo y rotundo, así como el contratenor Elgersma, algo falto de volumen pero dueño y señor de una bellísima voz. Por otro lado, el más justito en su interpretación fue el tenor Tortise. La Pasión de San Juan comprende alguna de las arias más bellas del repertorio religioso de J.S. Bach, de las que disfrutamos con sumo placer.


Una gran velada, sentida en su musicalidad y sentimiento religioso, así como perfectamente ensamblada y equilibrada en voces e instrumentos. Dirigidos por un extraordinario Daniel Reuss, orquesta y coro representaron la obra en toda su magnitud, sin cometer excesos en la interpretación y mostrando la auténtica grandeza y pureza de la composición de Johann Sebastian Bach. En definitiva, los allí presentes disfrutamos anoche de un gran concierto para recordar.