Este tomo nº 21 de Daredevil de la colección Marvel Saga, publicado por Panini Cómics, reúne los números 116-119 del Volumen 2 USA, cuyas grapas fueron publicadas 2009 en España, y el número especial 500 USA, realizado por Ann Nocenti y el español David Aja. Fueron numeradas del nº 44 al 48 de la edición de Marvel Knigths: Daredevil Volumen 2, completando la historia titulada "El retorno del rey", más el número extra. La etapa de Ed Brubaker al guion y Lark al dibujo ha llegando a su final, para pena de aficionados y gloria suya.
Nos encontramos con las últimas cuatro grapas de la etapa de Brubaker en las que el autor es capaz de concentrar en poco espacio el regreso de Kingpin a Nueva York tras su exilio y nueva vida en Galicia, el asedio de la ciudad y sus capos por parte de La Mano, una nueva decepción amorosa para Matt Murdock y lo que es más importante, el vuelco personal y de liderazgo de Daredevil en su función como defensor de Hell´s Kitchen, con tal de salvar a la ciudad de las manos de Wilson Fisk. Muchos frentes abiertos, que sin embargo, Brubaker enlaza, entrecruza y encauza con total dominio de las historias plasmadas en sus páginas y los sucesos acontecidos a lo largo de su etapa con Daredevil. Y es que nos encontramos con una de los grandes guionistas de cómic de los últimos tiempos. Su capacidad campa entre el género negro y el de los superhéroes, sin dar excesivas cabriolas y efectos sorprendentes. Su instrumento es la palabra, y con esta faceta y un buen dibujante que le acompañe, todo es posible. Suceden tantos acontecimientos y giros argumentales en estas cuatro grapas que sin el dominio en el guión y en la estructura dramática utilizada, la historia caería en barrena sin remedio. Sin embargo, los designios deparados para Daredevil están plenamente justificados en un juego entre el bien y el mal y el sacrificio del héroe en pro de evitar males mayores. Brubaker lo borda, aunque la papeleta no fue fácil para el próximo guionista que coge el testigo del personaje, quien no es otro de Andy Diggle.
Respecto al dibujante, no me queda más remedio que entrar en los mismos parabienes que con Brubaker. Michael Lark realiza un profundo trabajo en la mirada oscura y perfilada de género negro transmitida por el guionista, logrando una ambientación sombría perfecta para el personaje de Daredevil. Además, en estas últimas grapas, incluye en algunas de sus viñetas el efecto de nevada en su dibujo, con la que logra localizar las escenas todavía con más tenebrismo y oscuridad, con vistas a lo que se le presenta al futuro de Matt Murdock y su alter ego. En definitiva un final de etapa perfecto e hilado con hilo fino, agrupando dramáticamente a las mil maravillas las diferentes tramas con las que hemos disfrutado de esta irrepetible y genial etapa de Brubaker y Lark a los mandos del bueno de Daredevil. Fantástico final. Simplemente comentar que el número especial, el numerado 500 USA, está dibujado por David Aja y resulta un acertado premio para celebrar un cumpleaños más en la vida del defensor de Hell´s Kitchen. Casualidad o no, hace algunos meses se publicaba en España el número 600 de la mano de Soule en su final de etapa del Diablo Rojo. Qué diferencia de calidad, qué abismo de creatividad entre uno y otro guionista... Lo que son las cosas.
