Sexta y última temporada de Peaky Blindres, una de mis series favoritas de los últimos años. Un epílogo cocido a fuego lento, a lo largo de seis capítulos contados a un ritmo más pausado de lo habitual, que buscan cerrar una serie que parece va a tener cierta continuación en un próximo largometraje. Es quizás por esta razón que el sexto y último capítulo no termine de echar el cerrojo a la serie tal como algunos hubiéramos deseado, dejando al espectador con cierta sensación de ocasión perdida de cerrar la lo grande. Pero bueno, no entremos en spoilers y pasemos a realizar algún que otro comentario sobre este final de temporada.
La temporada comienza con la noticia de la cercanía del final para la Ley Seca en los EEUU. Tommy se propone la búsqueda de nuevas oportunidades para sus negocios mientras, Michael, el hijo de su hermana Polly, le culpa de la muerte de su madre y busca su propia venganza. Paralelamente, Tommy se multiplica en su labor de seguir la pista de Oswald Mosley, el líder fascista en Inglaterra, mientras en su más profundo interior cree que sobre su cabeza y su familia ronda una maldición difícil de esquivar. Poco a poco este complejo rompecabezas se va reestructurando en los capítulos de la temporada, aunque, si he de decir la verdad, a mi me da la impresión de que quitando alguna de las tramas principales, los creadores de la serie no han logrado cerrar el círculo en su totalidad. Creo de verdad, que el final de esta serie ha llegado de manera precipitada y por tanto me ha resultado imperfecta.
Por otra parte, en estos últimos capítulos se recupera el espíritu gitano del protagonista y sus seguidores, el factor de la venganza y las traiciones, además de la preparación de nuevos negocios con los que los Peaky Blinders puedan pervivir, ya sean legales o ilegales. Este particular afecta directamente a un poco aprovechado Arthur, encajonado entre su adicción y su inevitable sentimiento de culpabilidad. El personaje más acertado de esta temporada resulta ser Lizzie, en su papel de sufrida mujer y amante de Tommy, en una existencia en la que su pareja la esquiva y la mantiene aparte de sus planes y negocios. Esa mujer que siempre está ahí, esperando y apoyando a su amante deja una impronta cercana a la de esas mujeres protagonistas de la tragedia griega clásica pendientes de su destino, muchas veces dramático. Este factor lo encontramos también en Tommy y lo que le sucede a su alrededor. Esas tramas de venganza y traición copan la última temporada, en la que el viaje espiritual y físico del protagonista busca enlazar con aquellas tragedias de los héroes griegos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.