La tan esperada nueva novela de Don Winslow ya está en las librerías de nuestro país. Y lo ha hecho acompañada de la noticia de que se trata de la primera entrega de una nueva trilogía. En este caso la trama nos traslada a la segunda mitad de los años ochenta. En Rhode Island, la ciudad de Providence se reparte, con cierta paz y concordia, entre el crimen organizado irlandés de la zona y una rama local de la mafia italiana. Ambos conviven entre la tolerancia y el respeto mutuo en cuanto a las zonas dominadas por cada familia para su control y disfrute. Incluso de vez en cuando se juntan en una casa de la playa para celebrar una paz, en principio basada en la confianza, el respeto y una clara separación entre los negocios que les hace dominar un territorio sin enfrentamientos desde hace años.
Danny Ryan forma parte de la familia irlandesa. Su puesto en la organización se encuentra entre la confianza de sus jefes y la distancia en cuanto a la toma de decisiones. Su amistad con algunos de los miembros preminetes de la mafia italiana local le coloca en una situación cómoda. Sin embargo, la aparición de una hermosa joven desequilibrará una situación sostenida de paz y respeto, convirtiendo las calles de Providence en un campo de batalla. Es en ese momento cuando Danny, el protagonista por antonomasia de la novela, debe tomar posiciones entre un mar encrespado donde la fidelidad a sus compatriotas, la defensa de su familia y la vieja amistad con los italianos, muestran un empeño invencible por quebrar su vida y la de los suyos.
De nuevo Don Winslow afronta una trepidante novela en la que la venganza, la fidelidad, la familia y la propia supervivencia monopolizan sus páginas. Pero su intención va más allá de mostrarnos las guerras internas por lograr el poder entre irlandeses e italianos. Evocando ecos de la Iliada, el autor nos presenta a una joven y hermosa mujer como desencadenante de un guerra entre amigos. Esa supuesta Helena de Troya, será la causante de provocar una profunda desavenencia entre supuestos aliados que descubrirá y mostrará, la debilidad de una relación basada en un respeto efímero y un debil equilibrio de fuerzas. Es en ese momento cuando la desconfianza, la envidia y el deseo de poder, además de dejar aflorar ambiciones hasta entonces escondidas, rompen una endeble paz, desembocando en una sangrienta guerra, como la protagonizada por aqueos y troyanos. Es entonces cuando el destino cruel empuja a Danny a ocupar un lugar de responsabilidad en un conflicto en donde hay más cosas que perder que ganar, en donde la traición y el juego de poder marcarán la dirección de un camino marcado por el choque entre la defensa de la familia, la amistad y la fidelidad a la comunidad a la que pertenece.
Todos conocemos el demoledor estilo de Don Winslow. Su trepidante ritmo, sus diálogos vertiginosos y la presentación de personajes poliédricos, son sello de su solvente escritura. En esta ocasión, de nuevo presenta a un personaje, su protagonista, empujado por el destino, a tomar graves y complejas decisiones, siempre en situaciones especialmente comprometidas. Las relaciones de amistad, fidelidad y compromiso, se entre mezclan con la importancia de la familia y el deseo de medrar en la vida. La tensión que se construye entre lo que desea Danny y a lo que le lleva la marea de los hechos, tiene mucho de tragedia griega. A este personaje golpeado por las olas del destino se unen una serie de figuras claves en la sucesión de los hechos, todas ellas, encauzadas por sus ambiciones y sentimientos, a veces encontrados, pero que les lleva a tomar decisiones y formar parte de una guerra, donde, casi siempre, solo encontramos perdedores y derrotados. La victoria es efímera e injusta. Los heridos y muertos caídos por el camino, quizás no justifiquen los sangrientos hechos motivados por el caprichoso y egoísta deseo generado por una joven y hermosa mujer.
No diré mucho más. Solo recomendar, como siempre hago, la lectura de esta nueva novela del gran Don Winslow, y esperar, con cierta desesperación, la aparición de su segunda parte. Bien por Harper Collins.
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