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lunes, 17 de enero de 2022

"Misa de medianoche" - Miniserie

 

Misa de medianoche es el título de la nueva serie del director Mike Flanagan, quizás el mejor realizador de producciones de terror y suspense de la actualidad. Las series La maldición de Hill House y La maldición de Bly Manor, además de algunas propuestas interesantes en pantalla grande, como Doctor sueño, han hecho de este director una referencia para los amantes del género. Y lo ha conseguido a base de crear buenos guiones y de utilizar la cámara y el montaje con una elegancia y personalidad más que notables. 
Con esta nueva mini serie, titulada Misa de medianoche, Flanagan da un paso más allá, dejando un poco de lado el uso del miedo más físico basado en las historias de fantasmas y apariciones más tradicionales, para introducirse con valentía, en el universo de las creencias religiosas y la malinterpretación que a lo largo de los siglos se ha hecho de los mensajes sagrados que fueron origen de las grandes religiones mundiales. En este caso, su punto de mira esta dirigido al catolicismo y la profusión del rito de la misa, para conducirlo, mediante un guion extremadamente trabajado, hacia una historia de manipulación y sectarismo, mezclado con la aportación de uno de los aportes al género gótico y de terror más clásicos de la historia de la literatura y del cine.
En una pequeña isla de los EEUU vive una pequeña comunidad de pescadores. En ella se encuentra una pequeña iglesia católica, cuyo párroco ha salido de viaje en peregrinación a Tierra Santa. Un día, un joven sacerdote llega a la isla para suplir al veterano cura, debido a que a su regreso y por causa de su edad, necesita de descanso para recuperarse de tan largo viaje. El nuevo sacerdote se hace cargo de la parroquia y de su comunidad con decisión y con un acercamiento cercano a sus miembros. Su espíritu evangelizador es poderoso y bastante intuitivo, tomando de las Sagradas Escrituras aquellos ejemplos que pueden motivar a sus feligreses a volver a la iglesia y sus ceremoniales, con la promesa de la salvación y la llegada de ciertos milagros. Poco a poco algunos extraños sucesos comenzarán a provocar entre los vecinos reacciones de repulsa y, los más, un regreso a la iglesia y sus ceremoniales más tradicionales. 
Esta claro que Flanagan se aventura en esta producción con un tema delicado que, a lo largo de la historia, ha provocado actos y hechos llamativos. Me refiero a la aparición de ciertas sectas movidas por las palabras y los hechos de personas con un gran don de gentes, que han motivado reacciones y movimientos de exaltación religiosa, casi paranoica y, en especial, promoviendo la llegada de un nuevo mundo, incluso de un nuevo mesías. en base a la radicalización y personalización de ciertas ceremonias, ritos y, especialmente, a la manipulada y perversa manipulación de las sagradas escrituras, en este caso de la Biblia. Si además, y aprovechando la simbología de las transmutación realizada en el misterio de la misa católica, incluye un tanto de terror y misterio, Flanagan, vuelve firmar un producto que además de ser efectista en cuanto a su presentación, resulta efectivo en referencia al análisis y crítica hacia el universo de las religiones, su interpretación y problemática, dependiendo de cómo y de quién envíe el mensaje y lidere a los creyentes. 
La elección de una comunidad pequeña como centro de los hechos descritos en la mini serie no es casualidad. Las creencias y supersticiones en los grupúsculos pequeños, son la diana perfecta para influir y lograr una profunda afectación ante los mensajes subliminales y teledirigidos de quien busca un efecto afín a sus intereses. Por supuesto, en la comunidad que nos afecta, el director introduce una serie de interesantes personajes que, en un pulso vital y de creencia, presentan un violento pulso ante la llegada el nuevo y convincente sacerdote. Están los que en su vital creencia y en base a su educación ven con ilusión y esperanza los nuevos y comprometidos mensajes de salvación lanzados por su nuevo pastor. Otros, más escépticos, sin esa raíz religiosa que une a parte de la comunidad, dudan de sus palabras y promesas, manteniéndose al margen, más preocupados por su día a día  y por ocuparse de problemas personales y su propia subsistencia.
Aparte de contar con algunos actores y actrices francamente interesantes como Kate Siegel, Zach Gilford, Samantha Sloyan, Rahul Kohli, y  especialmente un interesantísimo Hamish Linklater en el papel del sacerdote, debo llamar la atención en el trabajado y profundo guion de la serie. La combinación realizada de los problemas personales de quienes viven en tan pequeña comunidad, y la esmerada y cuidada presentación de las celebraciones religiosas y en especial el conocimiento de la Biblia, como instrumento de la instrumentación e interpretación de la misma, demuestran el interés de Flanagan por tomarse en serio la premisa que presenta en su serie. Para ello, el guion propone un somero juego de mensajes y contra mensajes, basados en el propio rito católico y la lectura de fragmentos de las escrituras, que sirven de vehículo para crear esta producción donde la esperanza, el terror, la ficción y la necesidad humana de creer en algo superior y, porqué no, milagroso, construyen este interesante y novedoso, por su presentación, producto televisivo. No olvidemos la enorme la cantidad de producciones en las que el mal y la Iglesia, casi siempre católica, luchan en los campos de batalla de la humanidad. Flanagan aporta un giro dramático y narrativo que funciona bien y reescribe esta relación amor/odio, entre el mal y la religión. Y recordad la magistral y habitual manera de mover la cámara y su peculiar marca personal en montaje de este director, al que hay que seguir con interés, especialmente en su producción de series, tan personal y exclusiva.


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