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domingo, 2 de mayo de 2021

"Los europeos" - Orlando Figes

 
Posiblemente nos encontramos con uno de los mejores ensayos publicados en nuestro país durante el pasado año 2020. Orlando Figes, en base a tres personajes históricos, el matrimonio Viardot y el escritor Iván Turguenev, realiza un viaje por la Europa cultural desde el año 1843 hasta principios del siglo XX. Utilizando como medio de transporte el ferrocarril que, conforme pasa el siglo, va uniendo en distancia y velocidad los países del continente y a sus ciudadanos, el autor muestra ante el lector el desarrollo cultural de una Europa boyante y creciente en sus creaciones musicales, pictóricas y literarias. Y es precisamente el avance tecnológico de las vías del ferrocarril que, cual venas y arterias sanguíneas, promueve mediante el advenimiento de espectaculares creaciones culturales y artísticas, la sensación de pertenencia a una Europa encauzada por la noción y el sentimiento promovido por un conglomerado de grandes creadores y visionarios en el mundo de la música, la pintura y la literatura.

Como decía al inicio, Figes utiliza la figura de tres personajes para encauzar este gran viaje por Europa. Por un lado el matrimonio formado por Louis Viardot y Pauline Viardot. El primero, un escritor, mecenas e hispanista francés que se casó con Pauline García, una española perteneciente a una popular familia de artistas, que se convirtió en una de las grandes divas de la ópera de la segunda mitad del siglo XIX. Por otro lado, el tercer protagonista de este magno ensayo, el escritor ruso Iván Turguenev, uno de los precursores de la gran literatura rusa del siglo XIX. Pauline e Iván mantuvieron una secreta historia de amor. Hasta tal punto es extraordinaria esta historia que la vida de los tres personajes mantuvo una línea de unión y amistad, llevándoles incluso a compartir casa. Pero más allá de este affaire amistoso, lo realmente importante de estas singulares y extraordinarias personas es su presencia en un círculo notorio y excepcional que reunió lo más granado de la cultura de su época. 

Mientras los Viardot realizaban grandes giras por Europa, especialmente notables en París, Berlín y San Petersburgo, rodeándose de los más granado de los compositores de la época, Turguenev mantuvo francas relaciones con los más ilustres literatos de aquel siglo. Por si fuera poco, tanto Louis como Iván fueron grandes conocedores y coleccionistas de cuadros de los más renombrados pintores que desarrollaron su obra en aquellos años del siglo XIX. ¿Qué hizo realidad que estos tres personajes reunirán entre sí tanta estrella rutilante? Sin ninguna duda fue el avance del ferrocarril lo que hizo Europa más pequeña y, por ende, que compartir la explosión cultural de determinadas personas, fuera mucho más sencillo y rápido que en años y siglos anteriores. Si a esto unimos los avances tecnológicos, tales como la capacidad de realizar gran número de ediciones literarias o periodísticas, o dar vida a copias de obras pictóricas mediante el novedoso estampado de las litografías, además del desarrollo de la fotografía, entre otros, la cultura en general podía llegar a más rincones de Europa. Qué mejor que la creación de grandes museos, bibliotecas, editoriales, librerías, galerías de arte o exposiciones, para conservar y compartir todas estas creaciones con una ciudadanía emergente económica y socialmente hablando.

Todos estos grandes movimientos que aunaron cultura, creación artística y movilidad, fomentaron una revolución económica en base a la generación de beneficios y colecciones, tanto privadas como públicas, así como por la representación y reproducción musical y la literaria en base a unos beneficios sobrevenidos por la capacidad de llegar a más gente. El juego mercantil aupó a la cultura y sus creadores a convivir y pugnar en un mundo basado en la economía y el mercado de libros, partituras y arte. Todo ello fomentó además, de menos a más, una tibia y naciente noción de turismo y necesidad viajera. Los balnearios y grandes hoteles fueron foco de reuniones de grandes personajes, si bien poco a poco, una naciente y capitalista burguesía entraba en liza, mientras escritores y compositores pugnaban por sus derechos económicos y de propiedad. Europa tendía a unirse mientras guerras, imperios y sociedades surgían ente en un ir y venir cultural. La lista de grandes hombres y mujeres que aparecen en este contundente ensayo es larga y extraordinaria. 

Figes maneja con gran tino este viaje geográfico y en el tiempo, mediante el que fusiona una Europa tendente a sentirse como tal, acordonada por unas fronteras que se mueven sin parar y que, sin embargo, se muestran invisibles en el ir y venir cultural de obras y autores, ideas y creaciones, construyendo un canon y una identidad cultural impresionante. Los europeos muestra, sin duda, una fotografía detallada y en movimiento, de todo lo que significaron aquellos años, culturalmente hablando. Su autor, Orlando Figes realiza con maestría y con fluidez, y de la mano de sus protagonistas, un pasmoso y deslumbrante paseo por una Europa asentada en su gran e irrepetible eclosión de creación cultural, que dejará para años postreros señas de identidad en la figura de sus habitantes y protagonistas, los europeos.

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