El último número del año de la sección de Historia Moderna de la publicación mensual de Desperta Ferro Ediciones nos regala una serie de artículos, detallados y acompañados de los siempre completísimos planos, dedicados a la famosísima batalla de Little Bighorn. Ya solo ver su cubierta, hace que sea inevitable de hacerse con este número.
Como es habitual en sus publicaciones, este número comienza con un artículo en el que se detallan los precedentes y las causas de lo que aconteció años antes de aquella famosa batalla celebrada en 1876, en plena Guerra India, que enfrentó al ejército de los EEUU con las naciones Sioux/Lakota y Cheyenes del Norte. Figuras como Nube roja, Toro Sentado o Caballo Loco, liderarán los distintos choques y posicionamientos de los nativos americanos, frente a la disposición del hombre blanco por localizarlos en las reservas. La problemática de los colonos, la inevitable salida de las reservas de componentes de las naciones indias en las temporadas de caza del bisonte, la construcción y el paso del ferrocarril o el descubrimiento de oro en las Black Hills, territorio sagrado para aquellas tribus, fueron algunas de las causas de un enfrentamiento precocinado años atrás.
Tres extensos capítulos desarrollan las campañas que acontecieron, principalmente en el crucial año de 1876. Un primero aborda las primeras campañas del general Crook y la batalla de Rosebud, de junio de aquel año. La retirada de la operación del general Crook y sus tropas, no fue debidamente informada a las otras dos columnas del general Terry y del coronel Gibbon, junto con las que pretendía colapsar a las naciones indias en conflicto, lo que provocó, en cierta manera, el desenlace de Little Bighorn. El segundo se adentra específicamente en la famosa batalla librada por el 7º de caballería del teniente coronel Custer. En este artículo, plasmado espectacularmente por tres grandes planos, podemos seguir al detalle los movimientos de los diferentes batallones y compañías del regimiento y los errores que se cometieron, especialmente en el caso del mayor Reno. Un tercero, detalla las posteriores campañas que acabaron con la resistencia de Toro Sentado, Caballo Loco y algunos otros jefes sioux, entre los años 1876 y 1877.
Para terminar, tres artículos más complementan el número. Muy didáctico es el primero dedicado al pueblo Lakota y su origen, estructura social, costumbres y tradiciones. Un segundo nos muestra, de la mano de las memorias del sargento Barnard, veterano del 7º regimiento de caballería, el día a día en la vida de los cuarteles y de la tropa bajo el mando de Custer. Y un último, pero no menos interesante, un artículo que muestra el legado de la batalla de Little Bighorn, desde el punto de vista de los perdedores, el ejército de los EEUU, y desde el sentimiento y la memoria del propio pueblo Lakota. Este último capítulo, sin duda muy necesario, para mostrar la perspectiva que da el paso del tiempo a un conflicto como aquel y la utilización que se hizo del mismo por los blancos, así como a la reivindicación de los descendientes de los vencedores en los últimos en la segunda mitad del siglo XX.
Dichosas revistas Desperta Ferro, son adictivas...
ResponderEliminarAbsolutamente!!!!
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