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jueves, 27 de diciembre de 2018

Desperta Ferro "La conquista del Perú"

Goloso, muy goloso, el número de Desperta Ferro en su linea de Historia Moderna, dedicado a la conquista de Perú. Lo que empezó bien, en base a la Capitulación de Toledo de 1529, por la que se otorgaba a Pizarro y sus compañeros el derecho real a conquistar las tierras del Perú, se malogró a lo largo de cincuenta años, en un una serie de conflictos continuados en el tiempo. No solo ocupan estos años, las guerras de conquista de los españoles y los distintos pueblos incáicos, sino que se produce el grave conflicto bélico/civil entre los pizarristas y almagristas, así como la posterior resistencia de los encomenderos a plegarse a atender y obedecer las Leyes Nuevas de 1542. 
Si bien la presencia de los españoles en tierras incas ya fue un elemento desestabilizador entre los nativos, hay que reconocer que la oportunidad del momento les propició ciertas ventajas de gran importancia. Como se desarrolla en el primer artículo de este número, el Imperio Inca no se extendía más allá de mediados del siglo XV.  Su preponderancia ante otros pueblos de la zona le provocó no pocos enemigos y además, el enfrentamiento entre Atahualpa y Huascar, uno en Quito y otro en Cuzco, facilitó las circunstancias de la conquista. Si a esto sumamos el hecho de Cajamarca, explicado en un segundo artículo, en el que Pizarro y apenas doscientos hombres retuvieron al emperador inca y derrotaron a sus huestes en un golpe de mano decidido, en el que se aprovecha la heterodoxa manera de entender los incas la guerra, se entiende mejor el momento y la oportunidad de tales hechos. Los dos siguientes artículos, antes continuar con el desarrollo de los conflictos que segaron estas tierras, nos presentan las estrategias y modos de hacer la guerra de ambos contendientes. Curioso, muy curioso, el artículo en el que se da luz sobre la idiosincrasia del modo de hacer la guerra inca y su relación estrecha con la religión, superstición y la figura del emperador, factores que favorecieron a los conquistadores.
Es en el siguiente artículo cuando se explican la serie de factores que llevaron a las guerras civiles españolas. Por un lado la llegada de Almagro y su no participación en el reparto del botín ganado a Atahualpa en Cajamarca. Por otro la alianza de Pizarro con Manco Inca y su posterior defección y asedio de Cuzco, defendido por unos pocos españoles al mando de los hermanos de Francisco. Esta situación provoca una serie de derrotas incaicas y el enfrentamiento de pizarristas y almagristas, incluyendo la posterior derrota de estos últimos, pero también, el asesinato de Francisco Pizarro, todos ellos desarrollados en otro artículo extenso y detallado. Para finalizar, se dio un tercer conflicto antes de la total pacificación del territorio llevado a cabo por el virrey Francisco de Toledo. La administración y organización de las instituciones en el Perú debían regirse conforme al dictamen de la corona y su representantes los gobernadores y virreyes. Sin embargo la presencia de las encomiendas chocaron frontalmente con la declaración de las Leyes Nuevas implantadas por Carlos I. Es aquí cuando el carácter, los deslices o perseverancia de los distintos virreyes, provocaron duros enfrentamientos, hasta la total pacificación lograda por el quinto virrey Don Francisco. Muy interesante colofón para un excelente número.