Con ésta entrega del mes de la serie de cómics "Los muertos vivientes", parece que los supervivientes de la última batalla contra Los Susurradores recuperan cierta calma, necesaria para reconstruir los asentamientos destruidos. Las bajas han sido muchas y reseñables, abriendo graves heridas difíciles de cerrar. Pero además, algunas amistades que parecían inquebrantables empiezan a debilitarse. Los sentimientos afloran mientras el principal fin de los que han logrado sobrevivir al enfrentamiento en el que han podido claudicar y morir, es recuperar sus vidas y encontrar nuevos grupos de humanos con los que entablar relación. Sin embargo, cada vez es más complejo encontrar voluntarios para liderar y afrontar nuevas expediciones y retos. Estamos ante un número que deberá enlazar los graves sucesos sucedidos en anteriores entregas con nuevas realidades y relaciones entre los supervivientes y los que tengan que aparecer de aquí en adelante.
Por un lado tenemos a Rick, absolutamente destrozado por su última pérdida. La relación con sus compañeros se empieza a resquebrajar mientras va perdiendo confianza en sí mismo. Su presencia ahora resulta algo molesta para algunos miembros de la comunidad, pero gracias a algunos compañeros leales, su liderazgo sigue firme aunque la disposición a ayudarle en nuevas empresas, decae por momentos ante los nuevos horizontes en las poblaciones a reconstruir. Dos ejemplos de esto se dan en su leal compañero Jesús y en su hijo Carl, quienes deciden tomar distintos caminos al del veterano líder, quien se encuentra en plena crisis personal y de liderazgo. Otro personaje al que debe enfrentarse con dureza es Dwight, muy dolido y enfadado tras las consecuencias de la última batalla. Y una veterana con dudas en el liderazgo de Rick es Maggie. La nueva situación auspiciada por Grimes frente a Negan no le ha gustado nada y busca de manera individual tomar partido en el nuevo futuro del ahora solitario exlider de Los Salvajes.
Pero no todo serán cosas negativas. Las conversaciones por radio de los últimos meses mantenidas por Eugine con una desconocida lleva a organizar una expedición para encontrar al nuevo grupo de supervivientes. Eso llevará a cruzar una gran ciudad, un entorno que no veíamos en el cómic desde los primeros números de la colección y que nos ofrece unas cuantas ilustraciones a doble página dignas de disfrutar. Además, de paso, los guionistas aprovechan para presentar al público un nuevo personaje, quizás un pelín cargante, pero tremendamente curioso por su desconocido origen e intenciones. Está bien ir renovando el plantel de protagonistas. Tras la pérdida de unos cuantos veteranos en la guerra contra Los Susurradores, hacía falta sabia nueva. En fin, esto sigue y me da que por buen camino. La serie sigue estando en el Top 20 en la venta de cómics en los EEUU. Buena señal.
