Quizás el trabajo más ortodoxo de Christopher Nolan, esta película estrenada en 2002, presenta un thriller policiaco, con unas características, que lo hacen especial. Dos detectives de Los Angeles son enviados a un lejano pueblo de Alaska para investigar el asesinato de un joven de la zona. Dejan atrás una investigación en la uno de ellos esta siendo asediado por el Departamento de Asuntos Internos por un asunto de corrupción policial. Su compañero, interpretado por Al Pacino, es un policía condecorado y con importantes detenciones en su carrera, pero la investigación en ciernes, le recuerda que no todos los medios por los que obtuvo la resolución de sus casos fueron del todo limpios, y esto sobrevuela su conciencia. Durante la investigación, un terrible suceso marcará su relación con el asesino de la joven y hará tambalear su carrera policial.
El director marca una trama principal en la que la investigación del asesinato va aportando los tempos de la película. La intervención de una joven policía de Alaska, encarnado por Hilary Swank, competente y fiel seguidora de los casos del detective Will Dorner, será el eslabón que rompa o soporte la investigación del asesinato y el grave suceso ocurrido en el momento en el que están a punto de atrapar al sospechado, interpretado por Robin Williams.
Otro gran protagonista de esta película plagada de una gran fotografía, es la noche diurna que se cierne sobre el pueblo en esa estación del año. La falta del sueño de Will Dorner, se concentra en la luz invasiva que entra en la habitación del hotel todas las noches, y el vaivén de una conciencia golpeada por los sucesos del pasado. Sin embargo, el detective, no cejará por atrapar al asesino. Pero los medios y las pruebas juegan en su contra. En un par de ocasiones, ambos protagonistas, Pacino y Williams, gozan de unos profundos e interesantes diálogos, en los que se plantea la manipulación del bien, la realidad de los hechos y el poder de la conciencia ante tales actos.
El guion bien estructurado, junto al montaje, la fotografía y ambos interpretes, resulta lo mejor de la película. No deja de ser un convencional thriller policiaco, pero la buena mano de un joven Nolan, deja vislumbrar lo que este director, con un pulso firme en la dirección, ha terminado por lograr en su carrera cinematográfica. En mi caso, siempre que veo "Insomnio", la disfruto con gusto. Y no será la última vez, espero.
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