De vez en cuando me apetece dejar a un lado grandes novelas y voluminosos ensayos para sumergirme en el universo de los relatos y cuentos cortos. Grandes maestros de la literatura han cultivado este género y en las últimas décadas diferentes editoriales están recuperando su publicación reuniéndolos en diferentes y hermosos volúmenes. Es el caso de Ambrose Bierce, escritor y periodista norteamericano de la segunda mitad del siglo XIX. Su obra más conocida es "Diccionario del Diablo", pero además tiene en su haber un buen número de relatos ambientados en plena Guerra Civil Americana, en la que participó en el 9º regimiento de Indiana, luchando en el bando nordista. Precisamente estos cuentos son la herencia de sus experiencias, muy traumáticas, de una guerra sangrienta y sin cuartel.
Bierce desarrolla a lo largo de más de una docena de relatos las sensaciones que el conflicto de la Guerra Civil causó en una nación que se lanzaba a la guerra cual paseo marcial se tratara. Sin embargo los encuentros bélicos fueron no solo fratricidas sino que además fueron muy sangrientos y crueles, para una sociedad que esperaba que la guerra se desarrollara de manera rápida e incruenta. Nada más lejos de la realidad. Las cargas de infantería a pecho descubierto y a punta de bayoneta eran barridas por las líneas de fusilería y las baterías de ambos bandos. Bierce refleja en sus relatos la inevitabilidad del destino de los soldados y oficiales, independientemente de su bravura o cobardía. Al final de sus historias solo la muerte espera al acecho. La honorabilidad y la obediencia casi ciega absorbe a gran parte de los protagonistas, pero difícilmente escapan a un destino tan terrible como cruento. Sus historias reflejan pesimismo y sarcasmo, apelando a cierto sentimiento antibelicista, pero también patriótico. Ambos bandos, luchan con honor y valentía, pero a pesar de ello, la guerra, tal como nos cuenta Bierce, solo conlleva muerte, tristeza y pérdida.
Ambrose Bierce escribe sus relatos con gran maestría y fluidez. Sus descripciones de los campos, bosques y praderas de Virginia y otros campos de batalla, son impresionantes. Es capaz de pasar de describir la belleza de un bosque, en la tranquilidad previa a la batalla, al momento culmen del avance de la infantería cruzando la la niebla que surge de entre los árboles, mientras los cañones escupen fuego y muerte. Pero es que además, el autor es un gran conocedor del espíritu y alma humana. Los protagonistas de sus relatos, lo componen soldados y oficiales de grado medio que habitualmente cumplen las órdenes de los mandos de la plana mayor, los cuales generalmente observan la batalla desde una colina más bien lejana. Sus críticas a los oficiales de alta graduación son veladas, porque aún conociendo los errores cometidos en sus órdenes, saben que su deber está en obedecer y morir. En eso se cimenta la guerra. Los pensamientos y sentimientos de los protagonistas plagan las páginas de los relatos, mientras la batalla transcurre en busca de su destino. Y aquí es donde Bierce goza de plenitud en su maestría al trasladar su pesimismo y desesperanza ante la crueldad del ser humano.
Esta edición de Alianza Editorial que os reseño tiene apenas doscientas páginas. Pero en tan poco espacio, en su interior y a lo largo de la docena larga de relatos, se comprime tanta carga humana y literaria, que bien compensa, estrujar y releer sus historias, en una larga tarde de lectura.
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