Numancia. Ecos de resistencia resuenan desde los albores del siglo II a.C. hasta la caída de un pueblo, los celtíberos, que durante más de sesenta años y a lo largo de tres guerras, se enfrentó al avance de una Roma hambrienta de nuevos territorios y rutas comerciales. El número 41 de Desperta Ferro, en su línea de Historia Antigua, se vuelca en un interesante y detallado estudio del avance romano en la península ibérica, durante el que tuvo que enfrentarse a las tribus de los Arévacos, Titos y Belos, hasta conquistar y destruir la capital de estos primeros, en lo que pasaría a recordarse en la historia como la Tercera Guerra Celtíbera o Guerra Numantina.
La estructura de los artículos en el número que nos ocupa entrelaza la descripción de las tres Guerras Celtíberas con un estudio profundo y novedoso, en ciertos aspectos, de la realidad de los Celtíberos, sus costumbres, panoplia, ritos y tácticas militares. De esta manera conforme avanzamos en la lectura desde el final de la 2ª Guerra Púnica, particularmente presente en la Península, hasta la destrucción de Numancia, nos acercamos al entendimiento de un pueblo tan belicoso como resistente frente a la ambición de una Roma que, tras su victoria sobre Cartago, ve sus manos libres y sus bolsillos llenos para extender su territorio a lo largo y ancho del Mediterráneo. Entre el 195 a.C y el 179 a.C Roma va situando sus avances territoriales alrededor de una Celtiberia que se ve, en poco tiempo, rodeada por la República, por las Provincias de Hispania Citerior y Ulterior. Desde el 154 a.C. al 152 a.C. Numancia toma cierto protagonismo y los Arévacos junto a Titos y Belos sufrirán la invasión de las legiones romanas. Sin embargo, la estrategia de los diferentes mandos romanos llevará a los celtíberos a gozar de algunas importantes victorias que ya entonces resonaron en Roma. Por último, será entre el 143 a.C. y el 133 a.C. cuando el territorio de los Arévacos sea protagonista de una guerra larga, llena de victorias hispanas pero que, finalmente y de la mano de Escipión, propicie la derrota, destrucción y práctica desaparición de Numancia.
Éste número no sería completo si no incluyera una serie de artículos en los que se presenta al lector los últimos descubrimientos arqueológicos e históricos de los celtíberos y particularmente de Numancia, uno de los enclaves más interesantes de nuestra Península. Como no podía ser menos y situándonos en un periodo claramente beligerante, gozamos de un par de artículos dedicados plenamente al ejército e instituciones, así como la panoplia celtíbera. Si bien estos años de guerras se alargaron en el tiempo debido a la dureza del territorio y también a la poca pericia de los mandos romanos como al poco interés inicial de Roma por una tierra agreste y económicamente poco interesante, cabe apuntar que las tribus celtíberas no basaban sus guerras en la equivocadamente teoría del ataque de guerrilla y escaramuzas. Los textos demuestran las posibilidades de formar ejércitos plenamente listos para mantener una batalla campal, si bien esto dependía de las alianzas y unión de las tribus frente al invasor. Respecto a la panoplia, queda clara cierta exclusividad y diferenciación de armamento defensivo y ofensivo, en comparación a otras culturas mediterráneas, aún dependiendo de algunas influencias no faltas de importancia. Desde luego, el guerrero celtíbero valoraba en gran importancia su espada, sin la cual la rendición no era posible, sino signo de vejación. Este aspecto sirve para presentar otro muy interesante artículo en el que se desarrolla la ética agonística de este pueblo, su ritual y liturgia funeraria. No podían faltar, para terminar, unas páginas que abundaran en el tratamiento y estudio arqueológico de la ciudad de Numancia. Con este número, el lector saborea un análisis tan necesario como deseado, de los años de guerra en Celtiberia, su cultura, instituciones y rituales, aportando nuevos datos conforme al estudio de los últimos años. Y lo que nos falta por conocer... Interesantísima aportación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.