Un viaje de dos semanas por las costas de Turquía occidental, el territorio denominado Jonia en la época de la Grecia Arcaica y Clásica, es el protagonista de este libro, escrito, disfrutado y madurado por Antonio Penadés. Su afición por la historia antigua griega y por sus literatos, filósofos, generales, héroes y dioses, ha hecho que este valenciano decidiera un buen día, visitar los lugares que conocieron al historiador Heródoto y aquellos por los que las huestes de Jerjes, uno de los más célebres protagonistas de sus escritos, comenzaron la invasión de Grecia en el inicio de la 2ª Guerra Médica.
Penadés describe su visita a aquellos lugares en forma de crónica de viaje, intercalando aquí y allá, pasajes históricos en forma de ensayo, además de recurrir a fragmentos originales de la "Historia" de Heródoto. No faltan comentarios subjetivos, opiniones y sentimientos, que adornan con bastante acierto en forma de memoria, sus experiencias de viajero incansable y apasionado. El libro, que comienza en Halicarsano y termina en Estambul, se surte de esta mezcolanza de géneros, en los que la figura de Heródoto sirve de guía en sus etapas, junto a un buen mapa, el conocimiento de los yacimientos arqueológicos de la zona y la historia de Grecia, sobre todo en lo que respecta a las Guerras Médicas. Penadés, de vez en cuando, se desvía no solo físicamente, sino también intelectualmente, para contar distintos episodios de la historia de aquellos pueblos griegos, sus bases humanísticas, filosóficas y de conocimiento, además de los mitos y leyendas que rodean a los dioses del Olimpo.
El autor, surtido de una mochila, un móvil con teclado y un coche alquilado, recorre las míticas regiones de Caria, Frigia, Lidia, Jonia, Eolia y Troade. Con una pasión envidiable y unos conocimientos indispensables, Penadés viaja de pueblo en pueblo, visitando diferentes yacimientos arqueológicos, llenos de restos abandonados, teatros magníficos, pocos turistas y siempre, una garita con un funcionario al que comprar el correspondiente ticket. La tranquilidad que conlleva viajar solo, se plasma con claridad en una prosa elegante, clara y ágil. El lector, disfruta de su visión de las ciudades y sus recuerdos arquitectónicos, acompañada las más de las veces, por interesantes apuntes históricos, que acercan importantes hechos y solemnes personajes protagonistas de aquellos lugares. Entre otros, Penadés hará escala en Mileto, Hierápolis, Sardes, Focea, Pérgamo y Troya. Interesantes resultan también, sus pensamientos, opiniones y comentarios sobre factores que van surgiendo en el viaje. Esto aporta credibilidad y la visión personal del autor que marca la obra de una manera tan personal.
Si bien la plasmación del autor en el libro sobre esta ruta que enmarca su aventura, esta bien desarrollada, ya que como buena crónica de viajes, el autor cuenta sus experiencias en orden cronológico, es verdad que en algunos momentos de la narración, la pasión y su deseo de plasmar mucha información en negro sobre blanco, puede provocar cierto embarullamiento de temas. En un par de tramos del libro, la sucesión de datos sobre lo griego y su entorno, me resultó algo apretujado e incluso inconexo. Pero tengo que remarcar, que quitando una o dos situaciones, en el resto del libro se enlazan bien los conceptos y los hechos contados, con los lugares visitados.
Antonio Penadés, al que conozco personalmente por haber coincidido en más uno de esos maravillosos encuentros organizados por Hislibris, ha tenido la capacidad de plasmar en un libro como el que hoy reseño, su pasión por lo griego, su compromiso con lo humano y sobre todo su gusto por el buen viajar. Sin duda, este es un libro para disfrutar de la buena redacción de su autor y sirve para acercarse un poco, a retazos, a la aventura del conocimiento de extractos de la historia, personajes y mitos de los griegos. Esta crónica de viaje por la antigua Jonia merece ser leída y compartida.
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