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miércoles, 24 de septiembre de 2014

"Orange is the new black" - Temporada 2

Muchos de los aficionados al mundo de las series de televisión, nos preguntábamos si una segunda temporada de Orange is the new black sería conveniente para la evolución de personajes y tramas. El enconsertamiento de la vida en una cárcel femenina y ciertos factores en el argumento, que perfilan la vida alrededor de la protagonista, hacían pensar que podía existir cierta dificultad en sacarle más jugo, a una serie, que de por sí, había hecho las delicias de los espectadores. Sin embargo, de manera apabullante, la serie se ha convertido en uno de los productos más valorados y reconocidos en EEUU y en España, para los que podemos disfrutar de sus capítulos en Canal +.
Varias razones sustentan esta realidad. Por un lado la solidez de un conjunto de actrices y actores, que de una manera totalmente natural y fresa, cuentan sus desgracias y alegrías en el entorno de su hogar, la cárcel. Tanto presas, como funcionarios/as, siguen cohabitando y compartiendo sus vidas, aunque, desde luego, parece que ninguno de ellos, tiene lo que desea. Por otro lado, las tramas, juegan con el pasado y el presente de las vidas de las condenadas. Su experiencias, en la calle, definen su personalidad, y esto es una de las riquezas con la que cuenta la serie. La gran amalgama de historias abastecen suficientemente una serie con gran cantidad de protagonistas. Por último, y no menos importante, la vida personal de Piper Chapman, sufre altibajos, no solo en temas de amores, sino también en la relación con sus compañeras en la cárcel. Su evolución, ha creado una Piper diferente, más madura, más oscura y también más consciente de su realidad.
A estos tres condicionantes, los productores han sabido añadir de manera muy acertada, una nueva trama realmente consistente, basada en una expresidiaria afroamericana, llamada Vee, que al regresar a presidio, intenta hacerse con el liderazgo de las presidiarias y controlar el tráfico de material ilegal dentro de la cárcel. Sus enfrentamientos con los demás grupos de poder, ya sean blancas o hispanas, así como la propia relación con sus discípulas de color, ha conseguido añadir a los capítulos, cierto aire de género negro carcelario, que le ha venido muy bien a la serie.
Por lo demás, historias más pequeñas, nos han acercado a temas de actualidad. Financiación ilegal y corrupción en las cárceles, la libertad de conciencia y la petición de mejoras en el trato carcelario, los grupos de apoyo psicológicos a las presidiarias, la enfermedad en presidio, las diferencias entre razas y como no, las drogas en un entorno tan reducido y peligroso. Por todo ello, y por lo que he comentado antes, Orange is the new black ha crecido en su segunda temporada, ofreciendo al espectador, momentos dramáticos, algunos y otros cómicos, pero siempre con un cierto mensaje, que humaniza y nos acerca a la situación diaria de unas reclusas, que no solo viven un presente, sino que también han heredado un pasado, el de sus actos que las llevaron a todas ellas a ingresas en prisión. Habrá que ver por donde nos lleva la tercera temporada.