Tal como avisa el anterior número de esta serie de cómics, la guerra entre los distintos grupos de supervivientes va a comenzar. El protagonista, Kirkman, ha conseguido unir a tres poblamientos, para combatir a Negan, el líder de los llamados "Salvajes" que mantiene toda la zona bajo el imperio del miedo y las amenazas. Pero no todo resultará como espera nuestro protagonista. Demasiados hilos que unir, frente a un personaje que no teme a nada y pasa por encima de todo ser humano, enemigo o amigo. Una batalla campal en la que se perderán amigos y aliados, frente a otros humanos, y no en lucha con los zombies, como en anteriores ocasiones. Sin embargo, nuevamente los muertos vivientes toman protagonismo, cuando son utilizados como arma en este enfrentamiento no solo por un liderazgo, sino también por la propia supervivencia.
Una vez más, este capítulo utiliza como excusa el enfrentamiento entre los supervivientes, para presentar al lector las dudas y cavilaciones existenciales de los diversos protagonistas del cómic. La fidelidad y la confianza, la pérdida de amigos, el odio que rezuma en el ser humano, la capacidad de subsistencia frente al riesgo de perderlo todo, son sentimientos que flotan a lo lago de todo el capítulo. Todo ello enmarcado en un mundo atestado de muertos vivientes, que formarán parte de esta guerra entre miembros de la propia humanidad por mantener su supervivencia, toda una contradicción.
Un gran número, que deja pendiente su resolución a la segunda parte, que llegará próximamente. Esta vez, como en ocasiones anteriores, la historia viene acompañada por las tapas originales en color, de la serie americana. Una muestra del trabajo de sus creadores, llena de dramatismo y fuera del tradicional blanco y negro del interior de sus páginas.
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