Posiblemente, el segundo concierto de esta temporada del Auditorio Baluarte de Pamplona, haya sido uno de los más memorables de los representados en los diez años de su existencia. La Orquesta de la Opera de Capitole de Tolouse, junto con el Orfeón Donostiarra, presentaba en tierras navarras, la representación en versión concierto de la monumental y profunda opera de Modest Musorgsky, "Boris Godunov", de la mano del director Tugan Sokhiev, recientemente elegido director titular del Teatro Bolshoi de Moscú.
El argumento de la ópera versa sobre Godunov, un boyardo que mediante su papel preponderante en la corte de Iván el Terrible, tras la muerte del Zar y de su primogénito, confabula con el asesinato del hijo menor del difunto lider. Tras años de gobierno en una Rusia hambrienta y pobre, un monje, decide suplantar el papel del difunto príncipe, enarbolando la bandera de la dinastía extinta. Godunov, entre su responsabilidad como lider del pueblo ruso y su responsabilidad en el infanticidio cometido años atrás, sufre en su conciencia las acciones cometidas años atrás. Esta es la única ópera acabada del grandísimo compositor romántico y nacionalista, Mussorgsky, que ante el empuje de las creaciones operísticas francesas e italianas, formó parte del famoso grupo de los Cinco, y pretendió elevar musicalmente hablando las composiciones rusas en un espíritu nacionalista, encumbrando la tradición y el flocklore ruso.
El concierto, de dos horas y cuarto de duración, fue un auténtico éxito, proporcionalmente merecido por la orquesta, coro y solistas. Tugan Sokhiev consiguió ensamblar a la perfección el sonido de una gran orquesta, formada por más de cien maestros, con la trayectoria y profesionalidad del Orfeón Donostiarra, sin duda el mejor conjunto coral del país. Si a esto añadimos el buen hacer de un grupo de solistas, que conjugaban calidad y presteza en sus escenas, conseguimos una velada de las que se consideran irrepetibles. Pero sin duda, llamar la atención en el protagonista. El bajo, de reconocido historial, Ferruccio Furlanetto, dibujó, un Boris Godunov, técnicamente perfecto, amplio en su voz y excepcional en la transmisión de sentimiento y expresividad, de un papel, que destila sufrimiento y complejidad en el personaje. No por casualidad, el año pasado cantó este rol en el Teatro Marinsky de San Petersburgo y en el Teatro Bolshoi de Moscú, siendo el primer occidental en hacerlo en ambos escenarios. Sus compañeros no desmerecieron en capacidad vocal y artística, interpretando sus papeles a la perfección, a pesar de la dificultad que representa transmitir al espectador los sentimientos, en una versión de la ópera en concierto. Transmitieron al espectador la sensibilidad y complejidad de la obra, basada en una creación del excelso escritor Alexander Pushkin. Sin ninguna duda, uno de los mejores conciertos celebrados en Baluarte en sus diez años de existencia.
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