Después del estreno en 1959 de
“Con la muerte en los talones” Hitchcock se plantea que película va a
dirigir después del éxito cosechado. Es verdad que está inmerso en la grabación de la serie
de capítulos de suspense para una televisión, pero desea conseguir pronto un
guión diferente con el que enfrentarse otra vez a la dirección de una nueva
película. Llega a sus manos un libro basado en los asesinatos cometidos por Ed
Gein, asesino en serie de la época. A pesar de no conseguir la financiación de
la Paramount y de tener que pelear por evitar la censura a la que le quieren
someter, se embarcará en la aventura de dirigir la que será una de las
películas de terror más influyentes del siglo XX: “Psicosis”.
Con la excusa de este argumento, el director Sacha Gervasi realiza un biopic sobre la personalidad del famoso director y rey del suspense. Pero no se dedica solamente a describirnos las dificultades que se dan durante la dirección de la película, sino que intenta ahondar en su vida privada mediante una radiografía de la relación matrimonial con su esposa. Un matrimonio aparentemente sólido, que nos presenta una relación basada en una colaboración profesional de la que han salido todas y cada una de las famosas películas de Hitchcock, que está a punto de romperse debido a las obsesiones del director con sus rubias actrices y a la dedicación enfermiza a sus películas. Mediante esta historia, se nos presenta a un Hitchcock “voyeur”, carismático pero también exigente y duro en el plató, excéntrico en sus ideas y celoso en su vida privada. Y sin embargo, se consigue humanizar a un personaje que está dentro de la mitología cinematográfica, del que se ha escrito mucho. Vemos a un hombre lleno debilidades, sus problemas de alimentación y peso es una constante en la película, pero que su visión de las historias y del cine termina estando por encima de su vida personal, eso sí, disfrutando del apoyo inestimable de su esposa Alma, sustento de su vida.
Disfrutamos del trabajo de dos grandes monstruos de la interpretación, como son Anthony Hopkins y Helen Mirren, en los papeles del director y su esposa. Especialmente reseñable el maquillaje del primero, nominado a los Oscar de 2012. Los papeles secundarios resultan bastante equilibrados, sobre todo en el papel de Scarlett Johanson interpretando a Janet Leigh y de James Darcy como Anthony Perkins, y completan una película llena de detalles y referencias a Hitchckoc. Una anécdota es que continuamente aparecen pájaros en la película, que por cierto, será el siguiente título en la filmografía del director. En definitiva una película que sin profundizar en exceso, nos presenta la vida llena de excentricidades del director, pero consiguiendo, por otro lado, humanizar su imagen, gracias a la dedicación y al papel de su mujer, dentro de la cotidianidad de su vida privada y también profesional.
Con la excusa de este argumento, el director Sacha Gervasi realiza un biopic sobre la personalidad del famoso director y rey del suspense. Pero no se dedica solamente a describirnos las dificultades que se dan durante la dirección de la película, sino que intenta ahondar en su vida privada mediante una radiografía de la relación matrimonial con su esposa. Un matrimonio aparentemente sólido, que nos presenta una relación basada en una colaboración profesional de la que han salido todas y cada una de las famosas películas de Hitchcock, que está a punto de romperse debido a las obsesiones del director con sus rubias actrices y a la dedicación enfermiza a sus películas. Mediante esta historia, se nos presenta a un Hitchcock “voyeur”, carismático pero también exigente y duro en el plató, excéntrico en sus ideas y celoso en su vida privada. Y sin embargo, se consigue humanizar a un personaje que está dentro de la mitología cinematográfica, del que se ha escrito mucho. Vemos a un hombre lleno debilidades, sus problemas de alimentación y peso es una constante en la película, pero que su visión de las historias y del cine termina estando por encima de su vida personal, eso sí, disfrutando del apoyo inestimable de su esposa Alma, sustento de su vida.
Disfrutamos del trabajo de dos grandes monstruos de la interpretación, como son Anthony Hopkins y Helen Mirren, en los papeles del director y su esposa. Especialmente reseñable el maquillaje del primero, nominado a los Oscar de 2012. Los papeles secundarios resultan bastante equilibrados, sobre todo en el papel de Scarlett Johanson interpretando a Janet Leigh y de James Darcy como Anthony Perkins, y completan una película llena de detalles y referencias a Hitchckoc. Una anécdota es que continuamente aparecen pájaros en la película, que por cierto, será el siguiente título en la filmografía del director. En definitiva una película que sin profundizar en exceso, nos presenta la vida llena de excentricidades del director, pero consiguiendo, por otro lado, humanizar su imagen, gracias a la dedicación y al papel de su mujer, dentro de la cotidianidad de su vida privada y también profesional.