"La oferta" - Miniserie

Un joven con ínfulas de productor de cine llamado Albert S. Ruddy, se presenta ante los directivos de la Paramount con el ambicioso plan de proponerles producir su primera película. Para ello aporta la descabellada propuesta de llevar a la pantalla la novela que ha sido el último gran éxito editorial en los EEUU, El Padrino, del escritor Mario Puzo. Esta es la historia de la gestación de la que para muchos es la mejor película de la historia del cine y las innumerables dificultades que se presentaron ante un equipo de personas volcadas en realizar su gran sueño en Hollywood.

Ruddy, interpretado por un más que solvente Milles Teller, como protagonista de uno de los mejores castings de actores y actrices que he visto en los últimos años, se embarca en un proyecto que primero debe pasar por buscar el apoyo de los hombres fuertes de la Paramount, es decir, Robert Evans y Charles Bluhdorn, encarnados por Matthew Goode y Burn Gorman, respectivamente. Una vez hecho esto, y aceptada la oferta de encargar su dirección a un emergente Francis Ford Coppola, queda por delante el arduo trabajo de guionizar la magna novela y seleccionar los actores para la película. Un arduo trabajo que pasará por contar para el guion con el trabajo en equipo de Puzo y Coppola, y contratar contra viento y marea de Marlon Brando y Al Pacino. Los obstáculos para conseguirlo serán salvados gracias a la gran capacidad de persuasión de Ruddy, acompañado de su eficiente ayudante Bettye McCartt, encarnada por Juno Temple.  

Sin embargo, todo este complejo proceso, en el que siempre falta dinero y los obstáculos presentados por la Paramount resultan ser casi insalvables, se complica por una serie de circunstancias aparecidas alrededor de la presencia de la mafia italiana, cuya presencia más significativa se personaliza en el capo Joe Colombo, interpretado magistralmente por Giovanni Ribisi. Esta compleja relación entre la producción del film y la mafia traerá de cabeza a Ruddy, aportando a la mini serie un curioso y lejano paralelismo entre la cruda realidad en el proceso de realización de la producción y la propia trama de la película.

Nos encontramos ante una producción para la televisión basada en el propio libro publicado por Ruddy en el que narra sus propias experiencias. La realización y ambientación de la serie resulta extraordinaria, tanto en su presentación como en su interpretación. Las caracterizaciones de algunos de los actores, su presencia en la trama, los diálogos y la dirección de la serie funcionan como un reloj, en esta interesante e inteligente historia sobre la gestación de El Padrino, desde el traslado de la novela al guion, hasta su gran noche de los Premios Oscar, donde obtuvo tres estatuillas. Pero cabe indicar, sobre todo, el absoluto respeto con que esta producción trata la película de Coppola. Me explico. Cuando la serie se centra en el set de grabación y se ocupa del rodaje de las escenas más emblemáticas del film, el espectador solo escucha o intuye lo que se está grabando sin presenciar en pantalla la escena en cuestión y solo observando la cara de quienes se encuentran detrás de las cámaras o en la sala de butacas durante el visionado de lo grabado en el set. Este modo de presentar estas escenas aporta elegancia y gran consideración por la película que todos los grandes aficionados al cine tenemos impresas en nuestra mente. 

Simplemente estamos ante una maravillosa serie, perfectamente acometida con el único afán de homenajear a todas las personas que hicieron posible que El Padrino viera la luz, en un conjunto equilibradamente fusionado de, por un lado, las circunstancias propiamente cinematográficas acaecidas durante su rodaje y, por otro lado, los elementos personales y privados de quienes fueron los artífices de hacer realidad un sueño.