Misión Imposible 7: Sentencia mortal. Parte 1

 

De nuevo Tom Cruise confía en el director Christopher McQuarrie para realizar el cierre, presentado en dos partes, de una de las sagas de películas de acción más contundente de los últimos años. Tras las estupendas Nación Secreta y Fallout, con las que cierra una trama que venía de lejos, en la que se enfrentaba a la maligna asociación conocida como El Sindicato y su ramificación en Los Apóstoles, se presenta un nuevo peligro para la humanidad, un peligro casi silencioso e invisible. Y, por supuesto, serán Tom Cruise y sus inseparables compañeros los que se tengan que enfrentar a esa terrible amenaza, mientras se cruzan, en una carrera contrarreloj, con viejos amigos y enemigos de las entregas anteriormente mencionadas. Una trama nada novedosa, según vamos viendo conforme nos adentramos en las peculiaridades de ese enemigo tan poderoso, algo que ya me va mosqueando conforme avanza la peli.

Porque tengo que comenzar diciendo que a pesar de algunas escenas trepidantes y algunos de sus protagonistas, en general me da la impresión que McQuarrie termina no solo por repetirse, sino que también me da la sensación de que no es capaz de seguirle el ritmo al bueno de Cruise. Es más, en algunas fases de la película se peca de parloteo y palabrería que solo ralentizan el ritmo y alarga sin necesidad esta primera parte del cierre de la saga. Quizás este sea el principal problema. Pretender presentar en dos partes algo que seguro, me juego lo que quieran, podría haberse cerrado solamente con una entrega. Por comentar algún contra más, solo reseño la mediocridad y la mala elección de un blando y endeble villano, personificado en un perdido Esai Morales, en comparación con el espléndido Sean Harris de las dos entregas anteriores. ¡Si hasta he echado de menos al rotundo personaje que interpretó Henry Cavill!

Pero vamos con los pros, que los tiene. Por un lado, hay un par de magníficas escenas de acción que, aunque suenan a reminiscencia de dos de las mejores escenas de la saga, aportan lo que se le pide a este tipo de films, acción y porqué no, un poco de humor. Me refiero a la frenética escena final del tren, que recuerda un tanto a la primera película de la saga, y la muy entretenida persecución de coches en Roma, parecida a la realizada en París, en Fallout. Ambas solas justifican entrar a ver la peli. Pero además, y creo que es la sorpresa más importante de esta entrega, me parece un gran acierto la inclusión de la actriz Hayley Hatwell, en el papel de una ladrona de altos vuelos. Funciona francamente bien. Junto a las siempres fabulosas Rebecca Ferguson y Vanessa Kirby, resulta ser lo mejor a nivel de interpretación en el film del que estamos hablando. De Tom Cruise poco que decir. Está perfecto en su papel, modulado y trabajado a su imagen y semejanza de manera acertada. Esto es indudable. 

En definitiva, en esta ocasión la película me parece que resulta un pelín desequilibrada. Se intenta explicar demasiado la trama al espectador con dos o tres largos diálogos, alguno de ellos especialmente forzado. En cuanto al nuevo peligro que se cierne sobre el planeta todo resulta repetitivo y suena a tramas no tan cercanas y relativas a la manida peligrosidad de la tecnología y su desvinculación voluntaria de la mano humana. Acordémonos de Skynet, por favor. Es cierta la plena actualidad del tema relativo a la I.A. (Inteligencia Artificial) y su implicación en nuestras vidas, pero cinematográficamente, ya es un tema algo manido. Y no digo más. Como consecuencia de esa irregularidad entre diálogos y acción, a veces mal resuelta como sucede en algunas de las escenas rodadas en Venecia, la película se hace irremediablemente larga, en un metraje de casi tres horas, y más aún, sabiendo que tendremos que esperar para ver el resultado final de la saga por lo menos dos años, huelga en Hollywood mediante. Son hándicaps a un producto bien realizado y técnicamente impecable, que si bien resulta entretenido no redondea el producto como sucedió con las dos anteriores entregas, ambas impecables. Se agradece el esfuerzo de un incombustible y trabajador Tom Cruise, pero me da que sin ver la última entrega, difícilmente podremos valorar como se merece la que hoy reseño. ¿Será mero relleno, una simple y extensa introducción innecesaria o habrá valido la pena alargar el final de una saga que casi siempre ha funcionado a las mil maravillas? Veremos. Por ahora, pelín decepcionado.