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miércoles, 13 de enero de 2021

"Gideon Falls - El Pentáculo" - Volumen 4


Cuarto tomo de la historia creada por Jeff Lemire y ya con vistas a su tramo final. Poco a poco se van desentrañando los recovecos oscuros y los misterios que rodean a la población de Gideon Falls y a Norton Sinclair... ¿O nos tenemos que referir a Daniel Sutton? Con la Granja Negra como telón de fondo y la figura omnipresente del tenebroso hombre de la sonrisa, los protagonistas imbuidos en esta maligna historia de maldad y mundos paralelos, tendrán que enfrentarse definitivamente al mal hecho realidad,  siguiendo el rastro sangriento de su paso en su búsqueda de un objetivo todavía inexplicable.

Lemire, a lo largo de toda la historia, ha logrado captar y atrapar la atención del lector mediante las experiencias extrañas e inexplicables de un grupo de personajes que, poco a poco, van entroncándose en la consecución de una misión, nueva para algunos de ellos, y de largo recorrido para otros, como es el caso del grupo denominado los labradores. Mientras el nexo de unión de una familia se expresa y manifiesta en la pérdida de un hijo y el reencuentro posterior con su padre y hermana, el recorrido delos hechos sucedidos a los largo de la trama les retorna al origen de lo que produjo aquella desaparición. Ese ser que ahora deambula a sus anchas por universos paralelos, busca un objetivo concreto, hasta ahora desconocido, y exige sacrificios duros de soportar. Lemire ahonda en la presencia de un canal de comunicación entre varias realidades paralelas o simultáneas, quién sabe qué, mediante la figura misteriosa del granero y del personaje oscuro que salió de él. Y lo hace dirigiendo a los protagonistas a un punto en común, un objetivo en el camino, para terminar por convocar a un equipo de viajeros capaces de cumplir su misión, aunque todavía la desconozcan, e ignoren sus consecuencias. En definitiva, Lemire construye un complejo embrollo que poco a poco vislumbra la luz, aunque no lo suficiente para quitarnos de encima la adicción que, a algunos, ha provocado este sorprendente y sobresaliente cómic.
Vuelvo a recalcar el inmenso trabajo a los lápices de Andrea Sorrentino, increíble en el montaje de las viñetas y en la creación del mundo alternativo que se nos presenta, dentro, pero alternativo, al mundo que los personajes habitan. Por supuesto, el impacto del dibujo no sería tal sin la participación de Dave Stewart en un calculado y sobresaliente uso del color, apabullante en su sentido estético y rotundo en sus tonalidades y limpieza de registros. En definitiva, un disfrute visual que encaja a las mil maravillas con el que, creo que es el mejor cómic que llevo leyendo en el último año. 


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