¿Quién es Justo? Carlos Bassas del Rey, nos presenta en esta novela publicada recientemente, a un jubilado, barcelonés de cabo a rabo, observador de su entorno y cristalino crítico de la sociedad en la que vive su día a día. Su hábitat natural es la Barcelona de siempre, la de sus callejuelas, los mercados y comercios de toda la vida y la de las gentes que como él, han sobrevivido a la globalización provocada por el turismo y la modernidad extrema. Justo es un hombre con una misión, un secreto escondido en una vida solitaria, a la que solo deja cierto resquicio a algunos supervivientes que como él, recorren y conviven en su ciudad amada. Como si se tratara de un antiguo caballero, defensor de la justicia, Justo libra una batalla contra el mal, los abusos y, como él los llama, contra la gente mala, aquellos que merecen morir por sus hechos cometidos en la vida, en su barrio, en su querida ciudad.
Carlos Bassas nos sumerge de la mano de su personaje en un universo lleno de imágenes, sentidas sentencias plenas de clarividencia y de un particular sentido de la justicia. Envuelve al lector en la personalidad de su protagonista. cansada pero franca, sosegada pero alerta, un hombre con una misión en su vida y enfrentado a su destino sin miedo, con templanza. Pero todo esto lo ejecuta con la normalidad en su vida de jubilado. Un jubilado al que le duelen los huesos por la mañana, amigo de sus pocos amigos y triste en sus recuerdos, al que acompañan, su querida Remedios, el gran Damián y algún que otro solitario personaje más, todos ellos, fieles pilares de su pequeño pero íntimo universo.
La riqueza de los personajes y sus diálogos, la plenitud de una Barcelona de callejuelas y rincones descrita con cariño, con una inequívoca morriña y sobre todo un mucho de nostalgia, podrían haber situado en una crítica disyuntiva al autor, a la hora de equilibrar con sentido, el fondo y forma, la narrativa y descriptiva, los lugares y personas, que integran la novela. Sin embargo, Carlos define con la misma concisión que con una honda profundidad, una trama plena de acción, dureza, traiciones y peligro, de la mano sosegada y con la mirada taciturna del protagonista. Gracias a una literatura directa al mentón del lector, sin dudas pero con sentido, honda en humanidad y ligera en decorados gratuitos, se da forma al universo de Justo, su sentido de la justicia y la vida. Todo tiene sentido en la novela, gracias al hilvanado concienzudo, a veces casi místico, de un escritor conocedor de sus herramientas, estilo y personajes. "Justo" y Justo, para mí, son, por un lado, una de las mejores novelas que he leído este año y por otro, uno de los personajes más sentidos con los que me he encontrado, negro sobre blanco, en mucho tiempo. Un gran y trágico personaje.