El director irlandés Jim Sheridan tiene en su haber, coincidiendo con sus cuatro primeras películas, algunos de los trabajos más interesantes en el panorama cinematográfico europeo de los años 90. Con "Mi pie izquierdo" comenzaba su colaboración con el gran Daniel Day-Lewis, quien logró con esta película su primer Oscar. Tras "El Prado" y "En el nombre del padre" con la que Day-Lewis logró otra gran interpretación, ambos coincidieron en una última película, que es la que hoy reseño. "The Boxer", estrenada en 1997 y ganadora de tres Globos de Oro, reincide en la temática de Irlanda y su guerra civil soterrada entre protestantes y católicos, Unionistas y Republicanos, en definitiva, irlandeses contra irlandeses.
Danny Flynn sale de cárcel y regresa a Belfast tras cumplir condena por pertenecer al IRA. De joven pertenecía a un club de boxeo, del que varios de sus miembros han muerto en el conflicto irlandés. Su intención es reanudar este club, alejarse del terrorismo y del odio entre protestantes y católicos y comenzar una nueva vida en el boxeo. Sin embargo, encontrarse con una antigua novia, hija del líder político del IRA, ahora casada con un preso de la organización, y enfrentarse con una sociedad dividida, para recuperar el club de boxeo con el que unir a los jóvenes del barrio y superar las diferencias ideológicas, le llevarán a sufrir la presión y el acoso de la rama más radical de su antigua organización.
Sheridan ahonda en el problema irlandés. Plantea el odio visceral entre los diferentes bandos, la posición de los presos, la postura de una juventud sin futuro, la lucha de algunos por hacer llegar la paz al Ulster y la intención de otros por seguir la lucha de las armas con mano firme y nada temblorosa. Bajo el prisma del mundo del boxeo, pretende ofrecer al espectador la esperanza, muy endeble, de unir bajo un deporte de dureza pero noble, los intereses de un pueblo separado por el horror del terrorismo. Sus planos muestran las patrullas de las tropas británicas apuntando a los ciudadanos, todos ellos sospechosos para sus ojos, cruzando controles armados, chavales lanzando cócteles molotov a los soldados, o simplemente la crudeza del asesinato, la extorsión o el miedo. Los intereses de unos y otros, los intereses políticos y de imagen de los unionistas, tanto como las irreconciliables diferencias internas, sobre todo en el bando del IRA, impiden el desarrollo normal de una vida más tranquila en unos barrios tan castigados por la violencia como plenos de inseguridad, desconfianza y odio.
Daniel Day-Lewis vuelve a realizar una de sus grandes interpretaciones, a la que suma una preparación física importante. Le acompaña, la que entonces llegó a ser una de las mejores actrices británicas de los 90, Emily Watson. Además un gran Brian Cox acompañado de Ken Stott, cierran el círculo de unas interpretaciones convincentes, complejas y muy medidas. Sin ser el mejor trabajo del dúo formado por director y actor, "The Boxer" completa una película interesante, enfocando desde un prisma diferente la situación de un conflicto que por suerte ahora pertenece al pasado. Película medida, bien templada y en su sobriedad, en definitiva,honesta.
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