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jueves, 21 de diciembre de 2017

"Star Wars VIII - Los últimos Jedi"


Vaya lo que está dando de sí el estreno del Episodio VIII de Star Wars, titulado "Los últimos Jedi". Hay para todos los gustos. A algunos les ha encantado y otros la están destrozando. Desde luego, al que no le gustó el inicio de la tercera trilogía y odian su nueva propuesta, difícilmente podrán asumir que ésta última entrega pueda funcionar, no solo como parte integrante de la saga, sino también, porqué no, como una nueva visión de la Fuerza y la lucha entre la Luz y la Oscuridad. Unos odian a los nuevos personajes. Otros, no aceptan las aportaciones del director Rian Johnson. Sin embargo, sigo pensando, que hay que presentarse ante la pantalla, con la mente limpia de herencias de la Trilogía original y abierta a nuevas propuestas. No hay que olvidar la esencia de la saga, su sentido como una guerra entre el Bien y el Mal, pero me atrevo a decir que, cualquier aportación bien calculada cabe en el universo de Star Wars. Y de esta manera, por mi parte, debo empezar diciendo, que si bien hay cosas de "Los últimos jedi" que no me gustan, gana de calle, lo que sí me ha gustado. 

La trama la conoce prácticamente todo el mundo. Mientras lo que queda de la Resistencia se desmorona ante la presión de La Primera Orden, Ray, tras localizar a Luke Skywalker, intenta convencerle de la necesidad de sus regreso para combatir junto a los rebeldes. Y hasta aquí cuento. A partir de este momento y con esta premisa se desarrollan a lo largo de 150 minutos, varias tramas, que confluyen al final de la película. 

Para empezar, decir que desde luego, está muy lejos de mi intención, incluir en esta reseña spoilers que destrocen al lector el futuro visionado del film. Primero me referiré a la trama que considero más importante y sobre la que pienso se cimienta, con muy buen tratamiento, la película. El duelo en la Fuerza que interpretan Ray, Kylo Ren y Luke, me parece que muestra un nuevo y potente enfoque de su utilización y su influencia en cada uno de ellos. El director consigue que unos y otros, jueguen con sus deseos, dudas, ambiciones y miedos, al respecto del uso de la Fuerza, ante la que incluso el veterano Jedi Luke Skywalker se permite dudar. Las escenas en que intervienen, no tanto físicamente juntos, pero si inter relacionados entre ellos, juegan con la parte más interesante de la presente entrega. Sin duda, la aportación de Mark Hamill me resulta potentísima, más incluso que la presencia de Harrinson Ford en la anterior película. Debo reconocer que Luke siempre ha sido mi personaje favorito y francamente, me da la impresión que se le ha puesto donde se merece, aportando al personaje profundidad, carácter y una presencia difícil de olvidar. Tanto Rey como Kylo Ren, interpretados por Daisy Ridley y Adam Driver, presentan sus personajes con cierta complejidad, incluido el segundo, quien a pesar de ser criticado por el público en general, creo que redondea bien su papel en su profunda violencia interior. Quizás una de las cuestiones que más sorprendan al público y a mí también, es la rotundidad y la capacidad, hasta ahora desconocida, en la utilización de la Fuerza. Digamos que ha dado un salto exponencial importante y a lo mejor, esta nueva presencia no haya sentado bien a los seguidores, precisamente por el drástico cambio producido. Veremos por donde nos guía este uso de Fuerza en el último capítulo.

Bien la trama protagonizada por Poe, Leia y la Flota Rebelde. Las escenas de acción y los efectos especiales en esta fase me gustan en general. Y la propuesta en las posiciones de los protagonistas, con sus diferentes puntos de mira ante la presencia casi imparable de las fuerzas del Primer Orden, tanto al principio como a mitad de la película, funciona. Interesante la presencia del nuevo personaje interpretado por Laura Dern, en el papel de la Vicealmirante Holdo, en contraposición a un efervescente y luchador Poe, otra vez bien dibujado por Oscar Isaac. Si bien Leia, encarnada por la fallecida Carrie Fisher, tiene más presencia en esta entrega que en la anterior, aporta poco y sin ahondar en exceso en su personalidad. Así mismo, la batalla final muestra un magnífico trabajo del diseño y ambientación en una apuesta por una imagen rotunda y llena de color, magníficamente captada por el equipo técnico de la película.
Ahora vamos por lo que no me ha gustado y además creo que poco o nada aporta a la estructura principal, rellenado con una trama que parece pertenecer a otra película, minutos que se podían haber ahorrado. Me refiero a la misión que Finn, interpretado por un plano Jon Boyega, lidera junto a un nuevo personaje llamado Rose Tico, para conseguir que la Flota Rebelde escape del acoso  de la Primera Orden. Ambos personajes tiene que viajar a un planeta en el que su ocupación y negocio principal es el juego. Tiene casinos, pistas de carreras... Es aquí donde el director se acerca peligrosamente a la imagen y presencia del Episodio I y a cierto espíritu Disney. El uso de los efectos especiales, incluso desmerecen con el resto de la película y me parece que la trama en sí es una auténtica pérdida de tiempo, tanto a nivel argumental como de guión. Es cierto que se presenta otro personaje nuevo, interpretado por Benicio del Toro, que resulta interesante con vistas a la última entrega, ya que en ésta, goza de poco desarrollo. Aún así da la impresión de que quien ha rodado esta parte podría incluso haber sido un equipo secundario de dirección, vista la diferencia de calidad dramática y técnica con respecto al resto de la película. Quien sabe.

En definitiva y a pesar de este último comentario, la película me gustó por varias razones. La primera es el nuevo enfoque y lo que aporta de novedoso respecto a la Fuerza y al dominio y secretos sobre la misma. Insisto que las interpretaciones medidas de Rey, Kylo Ren y Luke, elevan el film a niveles importantes. Con respecto a la calidad técnica, insuperable, excepto en lo que se refiere a lo acontecido en el planeta de los Casinos, del que no recuerdo su nombre. Solo puedo terminar diciendo que la dirección de Ryan Johnson ha sido valiente, incorporando un cierto y novedoso enfoque que creo que, por lo menos, hace que me pique el gusanillo al respecto de como concluirá la presente trilogía. Desde luego y en mi opinión, la prueba queda superada, aunque bien es cierto que exige una mente limpia y abierta, algo complejo en cierto grupo de aficionados fieles a la trilogía original y un tanto intransigentes con este nuevo renacer. En definitiva, el tiempo dirá si nos equivocamos o no en nuestras apreciaciones... Quizás dentro de cinco o diez años, nuestra visión en conjunto de esta nueva trilogía nos lleva a pensar de manera diferente. Yo por mi parte, por ahora, sigo en la brecha del universo de Star Wars.  


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