¿Quien me iba a decir que a pesar de mi reticencia a ver en el cine "El llanero solitario" acabaría acompañando a mi hija a verla y además disfrutaría un tanto de la película? Desde luego, más de una razón tenía para pensar que podría no gustarme. Por supuesto, la idea de ver "Piratas del Caribe" en versión western, en donde Johnny Deep en el papel del compañero indio del Llanero Solitario, y nos volviera a dedicar una interpretación de un personaje lleno de tics y rarezas histriónicas. Y sin embargo su actuación es bastante comedida, aunque esta llena de chistes facilones y casi infantiles.
Ante todo nos encontramos con una película producida por Disney, con lo que en principio debería ser un producto divertido y versátil. De alguna manera lo es y cumple su expectativa de ser una película relativamente entretenida y sus más de dos horas de metraje no se hacen pesados, siempre que claro, vayas al cine con la mente abierta. Sin embargo he de decir que en algunos momentos el film tiene un cierto dramatismo, como sucede en la escena de la trampa al grupo de Rangers o en el ataque de los comanches. Estas escenas tienen poco de producto de Eurodisney y desentonan con el espíritu más ágil y cómico que la productora imprime en esta película.
El problema lo encuentro en su irregularidad y desequilibrio. Por un lado, esta claro que pretende ser un producto ligero, apto para que toda la familia, con el disfrute de cabalgadas en el desierto, luchas contra bandoleros, trenes a toda velocidad, el exotismo de los indios... Pero por otro lado, el director pretende tocar temas tan profundos y actuales como la ecología, el drama de la aniquilación de los indios, el abuso de poder y la traición. Es precisamente este binomio el que en mi opinión no funciona al cien por cien, dando la sensación, de que el guión se le escapa al director, por su pretensión de llegar a querer abarcar demasiado. Una película que, en definitiva, pretende crear una nueva franquicia, pero que sin embargo, le falta la frescura de "Piratas..." Además, tengamos en cuenta, que a pesar de contar con el mediático Johnny Deep, su pareja Armie Hammer, que interpreta al Llanero solitario, no consigue conectar con la cámara. Los demás secundarios cumplen su cometido, completando un plantel de secundarios interesante.
Y termino. Una película de tarde de cine de sabado, entretenida, pero que se pierde en la pretensión del director de conseguir una película franquicia que se termina disolviendo en un abuso de acción desprovista de ritmo y gracia. Sin embargo Johnny Depp tendrá los detractores que queráis, pero su personaje, para bien o para mal, aguanta y sostiene el solito la película. Da la impresión que Verbinski no ha sabido decidir si hacer una comedia una de aventuras, un western o incluso un drama y precisamente esta deriva hace que la película se pierda en su propio desequilibrio.
