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lunes, 30 de junio de 2025

"Buenas noches, Irene" - Luis Alberto Urrea


Año 1943. Phyllis McLaughlin, Jill Pitts Knappenberger y Helen Anderson se alistan en el Cuerpo de Clubmobiles de la Cruz Roja Americana. Tras su formación e instrucción viajan a Inglaterra y se les hace responsable del camión Cheyenne, un GMC de dos toneladas y media en el que se ha añadido una cocina con todo lo necesario para hacer café y donuts con los que surtir a los pilotos y soldados que llegan desde EEUU para enfrentarse a los nazis en Europa. Su misión primordial era elevar su ánimo, dedicarles dulces palabras y abiertas sonrisas en sus pocos momentos de reposo, mientras entregan la vida en el frente, primero aéreo, y después terrestre, tras la invasión. Todo el mundo las conocía como las Nenas de los Donuts. Pues bien, aquella joven llamada Phyllis fue la madre del escritor Luis Alberto Urrea, y esta novela está dedicada a ella y a todas las mujeres que formaron parte de aquel Cuerpo de la Cruz Roja.

Pues bien, el autor modificando los nombres de las protagonistas de la novela y aportando los recuerdos de la estancia de su madre en aquel servicio en retaguardia y después en el frente occidental durante la 2ª G.M., construye una novela en la que dos mujeres unen sus destinos al de aquel camión, hasta el final de la guerra. De aquella manera. la trama realiza un viaje cronológico y vital desde el momento en el que ellas se alistan, por razones que se explican meridianamente, en un servicio, fuera de la sanidad y de administración, en el una mujer podría estar en el frente de guerra junto a las líneas de choque estadounidenses. Es por ello que su historia nos lleva primero a las bases de bombarderos y cazas en Inglaterra, donde antes de salir a sus misiones o al regresar de ellas, los que regresaban, podían disfrutar de un café caliente y unos donuts, acompañados de la más efusiva sonrisa de aquellas quienes se volcaban en que se sintieran como en casa, antes de enfrentarse a la soledad de los cielos sobre Europa.

Esta situación va acercando a las jóvenes protagonistas hacia una amistad especial. Su presencia en los aeródromos las acerca a la muerte, de la mano de aquellos pilotos y tripulaciones que salieron por la mañana pero no regresaron. Sin embargo, pronto van a ver de primera mano una guerra que, en junio de 1944, se trasladó al continente. Semanas después del desembarco de Normandía, las dos protagonistas, Irene y Dorothy junto a la tercera tripulante del equipo, que irá variando conforme avanza la guerra, suben a un transbordador su camión llamado en la novela Rapid City. A partir de este momento se unirán a los convoyes de las tropas cuyo fin es liberar Europa, en un duro camino que las llevará al frente de batalla en Francia y Bélgica, sufrir en Bastogne la batalla de las Ardenas, enfrentarse a los alemanes en Alemania y Austria, y descubrir las terribles consecuencias de los campos de concentración. En este deambular, a veces aburrido y otras lleno de peligros, su misión de ofrecer camaradería y una sonrisa hogareña no dejará de mostrarse ni un minuto en cumplimiento de sus órdenes. Las largas filas de caras doloridas, heridas y a veces, espejo del miedo sufrido, pasan delante de ellas, manchadas de harina y aceite, agotadas por el servicio ofrecido, pero casi siempre sonrientes y amables.

Sus vidas durante esos meses les lleva a conocer amantes y románticos encuentros, hacer buenos amigos y estar muy cerca de perder sus vidas, mientras su amistad se va afianzando ante un final de la guerra imprevisible para ambas y para el lector. Luis Albert Urrea logra construir una novela en la que, la investigación previa de la vida de su madre y sus compañeras, se plasma en sus páginas a las mil maravillas, envolviendo su presencia de historia y guerra, añadiendo un tanto de humanidad, mostrada con acierto tanto en los momentos de su incansable cumplimiento de su deber, como de sus pocos espacios de descanso o la caída a los infiernos que sufren en determinados momentos. Y todo ello, está hilado por el autor a las mil maravillas. 

Curiosamente, las protagonistas siguen el mismo camino en su servicio, paralelo al vivido por los protagonistas de la serie de Spielberg y Tom Hanks, Hermanos de sangre, plasmado en el libro de Stephen E. Ambrose. La división blindada de Patton que cruzó Europa también sale plasmada en las páginas de la novela, y recordemos también la presencia de estos Clubmobiles en los campos de aviación de los bombarderos B17 que protagonizan el libro y la serie del mismo nombre, Los amos del aire. Sin embargo, su aparición en estos libros y producciones son meramente testimoniales. Luis Alberto Urrea hace justicia a todas estas jóvenes ilusionadas y volcadas en su labor, hasta ahora prácticamente olvidada, en una novela que se lee con adicción, por su historia bélica, pero sobre todo, por lo profunda de su trama humana, en la que se muestra la amistad firme e inquebrantable de quienes unieron sus vidas en el cumplimiento de su deber como mujeres, en un mundo de hombres.



 

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