Mucho y bueno se habló, durante la primera semana de estreno, de la última dirección de Dennis Villeneuve. Glorias y aplausos a los que, en principio y conociendo al director, yo no podía poner ninguna duda mientras no viera la película. Así, que como os podéis imaginar, ir al cine a experimentar de su visionado, era casi una obligación. La trama, simple, siempre que no se escriba en esta reseña ni un spoiler traicionero. Y cumplo mi promesa. Ante la llegada a diferentes lugares de la Tierra de doce inmensas naves extraterrestres, los militares norteamericanos, piden la colaboración de una experta en lingüística, para buscar un acercamiento con el OVNI que ha aparecido territorio nacional. Junto a ella un especialista en matemáticas, junto a un reducido número de militares y especialistas, intentarán lograr comunicar con los visitantes. Lo mismo se pretende en los demás países en donde han aparecido estos misteriosos navíos estelares.
Resulta especialmente complicado reseñar una película en la que es extremadamente difícil no caer en spoilers ni contar sus debilidades y fortalezas sin desentrañar detalles, escenas o diálogos, y sin descubrir maliciosamente, las tramas y rincones que presenta Villaneuve. Por ello, sin afán de fastidiar al lector con desvelos innecesarios, voy a tratar de ser lo más aséptico que pueda. En primer lugar, debo decir que la película resulta hipnótica de principio a fin. Muchas de sus escenas me recuerdan a la manera de filmar de Terrence Malick. Me refiero a las protagonizadas por la fantástica Amy Adams en, lo que podríamos llamar, su vida personal. Otras herencias de las que bebe este film es por ejemplo, la estética de Nolan y su cinematografía... Desde luego, técnicamente no solo resulta apabullante, sino que nos encontramos ante una ejemplar manera de filmar, en la que la belleza, el detalle y la elegancia, transportan sus escenas a niveles de alta calidad. Respecto a su actores, resaltar, por encima de todo, a Amy Adams, totalmente enfrascada en un papel complejo y especialmente sentido e intenso, sin entrar en el sentido peyorativo de las palabras, todo lo contrario, absolutamente creíble en su actuación. Renner y Whitetaker la acompañan con soltura pero sin destacar.
Hasta aquí todo correcto y relevante. Respecto a las tramas, debo remarcar, sin desvelar nada importante, que la principal gira en torno a la Comunicación como concepto y con mayúsculas. Amy Adams, su personaje, dice en un momento de la película, que la comunicación es la piedra angular de la civilización, y entiendo que sobre este pilar, gira gran parte de la película. No solo se refiere a la comunicación en la que ella se involucra cuando investiga la manera de contactar con los recién llegados, sino también y en gran manera, sobre la importancia y necesidad de la comunicación, aquí en la Tierra, entre los humanos, a nivel individual o colectivo, como ciudadano o como gobernante. Si el sistema de comunicación funciona y no se corta, todo tiende a funcionar. Si no es así, los riesgos son gravísimos y la relación se rompe y puede terminar generando graves consecuencias. Si a esto, Villaneuve, añade la sensación vital en el tiempo y su estructura, ya sea lineal o circular, lo cual actúa como metáfora en la película, más la experiencia personal en la vida de la protagonista, ya tenemos el coktel final que engloba todo el film.
Definitivamente tengo sensaciones encontradas con respecto a la película. El carácter envolvente con el que el espectador se encuentra durante su visionado es casi perfecto. La capacidad del director de teledirigir y digamos, manipular, al público mediante imágenes, música y guion, elevan a Villaneuve a niveles muy especiales como director. El conjunto en principio funciona bien y la película es estéticamente y formalmente fantástica. Sin embargo, y aquí presento mi pero, al salir de la sala y pensar sobre lo que uno ha visto en la pantalla, es cuando quizás, salvando todo lo dicho hasta ahora, la película no resulta tan perfecta ni tan lograda. Desde mi punto de vista, se cae en ciertos tópicos, sobre todo en lo que respecta a la relación de los humanos durante la investigación de los extraterrestres y las acciones de unos países y otros ante la gravedad de la situación. Por otro lado, analizando las tramas, existe cierta trampa argumental en la presentación de la vivencia personal que rodea a Amy Adams. En mi opinión, desvirtúa y desenfoca el resultado final, distrayendo al espectador, sobre el que yo creo que es o debe ser el pilar de la película, es decir, la importancia de la comunicación entre iguales y diferentes. Por ello, y a falta de un segundo visionado, no tengo muy claro cómo catalogar a La Llegada. Desde luego y sin duda, es un buen film, pero también he decir, que no es la obra maestra que me vendieron tras su estreno.
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