Solo han pasado unos pocos días desde el estreno de "El despertar de la Fuerza", el nuevo episodio de Star Wars y ya se ha dicho prácticamente todo sobre la película de J.J. Abrams. Desde análisis de la nueva trama, los personajes, el guión, los efectos especiales, el trasfondo de la Fuerza, el suspense que nos ha dejado tras el estreno, las sorpresas, hasta los malditos spoilers (que aquí no encontraréis). Resulta complicado reseñar algo, que ya es conocido por la gran mayoría de la gente. Sin embargo, debo decir, que en mi obligación de bloguero, santa obligación, no puedo dejar pasar la ocasión de escribir alguna cosilla sobre esta nueva entrega y mis opiniones, que si bien no aportarán nada nuevo, si plasmará negro sobre blanco, mi humilde opinión.
Primero lo obvio... su argumento. El VII episodio nos traslada años después del final del Retorno del Jedi. El Imperio cayó derrotado y años después cierta tensa calma inunda el universo. Una nueva y malvada organización, llamada El Primer Orden, pretende desde la sombra, hacerse con el poder del universo y traicionar a la República. Parece ser que un grupo de rebeldes, sin un apoyo claro de ésta última, ofrece cierta resistencia al nuevo orden del mal. Mientras, un joven piloto, Poe Daremon, busca un objeto, que será importantísimo para la lucha rebelde. Conocerá a un desertor de las tropas de El Primer Orden, Finn, quien a su vez, logrará entablar amistad con una joven huérfana, Rey, buscadora de chatarra. Estos tres personajes, no solo son la base de la película, sino que son el futuro de la nueva trilogía de la saga y sobre quienes se pretende relanzar Star Wars. En el curso de sus aventuras, se cruzarán con los líderes de El Primer Orden, Kylo Ren y su maestro tenebroso, por un lado, y nuestros viejos conocidos de la trilogía original, Han Solo, Leia y Chewaca, por otro. La lucha ha comenzado.
Primero lo obvio... su argumento. El VII episodio nos traslada años después del final del Retorno del Jedi. El Imperio cayó derrotado y años después cierta tensa calma inunda el universo. Una nueva y malvada organización, llamada El Primer Orden, pretende desde la sombra, hacerse con el poder del universo y traicionar a la República. Parece ser que un grupo de rebeldes, sin un apoyo claro de ésta última, ofrece cierta resistencia al nuevo orden del mal. Mientras, un joven piloto, Poe Daremon, busca un objeto, que será importantísimo para la lucha rebelde. Conocerá a un desertor de las tropas de El Primer Orden, Finn, quien a su vez, logrará entablar amistad con una joven huérfana, Rey, buscadora de chatarra. Estos tres personajes, no solo son la base de la película, sino que son el futuro de la nueva trilogía de la saga y sobre quienes se pretende relanzar Star Wars. En el curso de sus aventuras, se cruzarán con los líderes de El Primer Orden, Kylo Ren y su maestro tenebroso, por un lado, y nuestros viejos conocidos de la trilogía original, Han Solo, Leia y Chewaca, por otro. La lucha ha comenzado.
Muchas eran las expectativas sobre la vuelta de Star Wars a las pantallas. La vuelta de Lucas a la saga, con sus películas I, II y III, no terminaron de convencer a los aficionados. El espíritu de las películas se había perdido y se había abusado de personajes inconsistentes y exceso de efectos especiales y pantallazos verdes. La compra por Disney de la marca Star Wars, hace unos años, por lo menos aseguró inversión y nuevos planes. Finalmente el fichaje de Abrams, quien también recuperó la saga de Star Trek, dio el pistoletazo de salida a una nueva aventura. Y parece que la elección ha sido más que buena. Yo personalmente salí encantado del estreno, por varias razones, que ahora pasaré a resumir.
Por un lado, la capacidad de aunar en este episodio, un conjunto de características de las tres primeras películas originales, que logra, a pesar de cierto aire de dejà-vú, recuperar el auténtico espíritu que todos recordábamos y dábamos por perdido. La inclusión de personajes que ya casi son un mito para los aficionados de la saga, como Han Solo, Leia y otros más, aporta una fuerte apuesta por el continuismo, rechazando radicalmente la ruptura dramática y estilística, de otros episodios. Para ello Abrams, a pesar de los avances y posibilidades, gracias a gozar de la producción de Disney, apostó por retomar, en la medida de buscar la génesis de Star Wars, cierto proceso tradicional a la hora de filmar el film. Se recupera la utilización de paisajes naturales, efectos tradicionales en la creación de algunos personajes y monstruitos, y sobre todo, la capacidad de buscar unas imágenes más realistas, menos artificiosas, por supuesto, hablando dentro del mundo de la ciencia ficción.
Si a este cúmulo de tradición, le unimos la elección de buenos nuevos personajes, la fusión funciona. Abrams, ofrece al público tres jóvenes, que han resultado muy capaces de transmitir al público un nuevo espíritu en Star Wars. Poe, Finn y Rey, sobre todo, ésta última, completan una terna convincente, gracias a los actores y actrices, Daisy Ridley, John Boyega y Oscar Issac. En contraposición, en el lado del Mal, yo no he visto las dudas, que han planteado otros espectadores en la figura de Kylo Ren. Creo que es suficientemente fuerte y tiene potencial. Hace mal la gente que lo devalúa comparándolo con Darth Vader, lo cual es un craso error. Peor para ellos. Otra nueva aportación es la presentación de un nuevo ser no humano, con un perfil de cierto parecido a nuestro querido Yoda. Lupita Nyongo pone voz y cuerpo a Maz Kanata, un ser conocedor de los rincones de la Fuerza, que ayudará a encauzar el camino de alguno de los protagonistas, hacia su destino.
En definitiva, el resultado me ha convencido. El humor en algunas escenas funciona, la aparición de BB-8, es un total acierto y la trama no carece un ápice, de signos de drama, pérdida, tragedia, esperanza y dolor. La película, repito, recupera lo mejor episodios IV, V y VI. La aportación de Harrison Ford resulta acertadísima, ofreciéndonos uno de sus mejores papeles de los últimos años. Mira que no me convence como actor, oiga. Daisy Ridley, Rey, promete mucho y puede ser el gran descubrimiento de la nueva trilogía. Adam Driver, como Kylo Ren, no solo me convenció en su lucha interna, sino que creo que crecerá en su papel. Solo un par de comentarios negativos. Por un lado, a pesar de agradecer su intervención, Carry Fisher, aparece muy hierática en su actuación, desprendiendo menos interpretación que sus compañeros. Y por otro lado, a pesar de ser el mejor compositor de la historia, el señor John Williams, desaprovecha la ocasión de reinterpretar o incluso regalar al espectador con un nuevo himno que identifique este renacer. Lo cual no quita para que escuchar de nuevo las melodías que sonaron en los episodios originales, me siga poniendo la carne de gallina.
Si bien, como he dicho antes, todo lo que aparece en "El despertar de la Fuerza" suena a visto, Abrams ha tenido la capacidad de redescubrirnos un halo ya disfrutado, bañado de una nueva frescura, que ha hecho reaparecer en muchos de los aficionados la ilusión por los misterios de la Fuerza. Aunque haya mucha gente qe considere que la película solo es un refrito de cosas, escenas y situaciones conocidas, entiendo que este estreno era del todo punto necesario, para lograr aunar generaciones dispersas entre la primera y segunda trilogías, logrando construir un nuevo comienzo, para que a partir de ahora el universo Star Wars crezca y se desarrolle en algo nuevo. Solo me queda confiar que la calidad continúe y la saga se desarrolle, ya en manos de directores diferentes. Y como no, despedirme diciéndoos, que la Fuerza os acompañe.
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