Hoy comenzaré una serie de reseñas, intercaladas con las que suelen ser habituales de cine, series o libros, sobre algunos de los lugares que he visitado en mis recientes vacaciones en Roma. Habrá lugares conocidos, representantivos de la Roma barroca, renacentista o clásica... profana y religiosa. Como no, incluirá alguna visita a sus museos más representativos y también imágenes de sus calles y gentes.
Hoy comienzo con la Piazza Navona. En su origen, Stadium mandado construir por Domiciano; durante los siglos XVI y XVII tomo su aspecto actual, con la construcción de sus tres fuentes. Las primeras y más pequeñas, la Fontana de Neptuno y la Fontana del Moro, realizadas previamente a la gran protagonista de la plaza, la Fuente de los Cuatro Ríos, realizada por Bernini entre los años 1648 y 1651.
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