En diez capítulos diez, divide la cadena TNT la versión para televisión del libro escrito por Caleb Carr, "El Alienista" Allá por el año 2013 un buen amigo me recomendó su lectura y como no, por aquel entonces escribí una de mis primeras reseñas de este ya veterano blog: El Alienista - Caleb Carr Ya en su momento la novela me gustó mucho. Ese toque a lo Sherlock Holmes del protagonista, ambientado en el Nueva York de finales del XIX resultó de lo más atractivo. Eso sí, el toque dramático era mucho más crudo y sangriento que en la obra de Doyle, al tratarse de una mirada más oscura del siglo de la inmigración en norteamérica, la pobreza, la corrupción policial y sobre todo la diferencia de clases. Y todo ello ha sido llevado más o menos fielmente a la pantalla, quizás reduciendo un poco los trazos de impiedad, salvajismo y suciedad que exprime Carr en su obra literaria. Entiendo que se habrá hecho con el objeto de que no se atragante el espectador durante el visionado de la serie estrenada en nuestro país en el canal Netflix.
Como en la serie, un afamado y discutido alienista, es decir, médico o investigador que en aquella época ahondaba en la psicología de las personas y por ende los hechos que pudieran deberse a ella, forma un equipo, apadrinado por el comisario Theodore Roosevelt, para investigar una serie de asesinatos de jóvenes chicos prostitutos en los bajos fondos de Nueva York. Este equipo está formado por un ilustrador de prensa buen amigo del alienista, un par de inspectores judíos de la recién estrenada e incomprendida policía científica y la primera mujer en formar parte del departamento de policía y amiga de la infancia del ilustrador. Aparte de una completa y detallada exposición de la investigación criminal en curso, la trama desarrolla la realidad política y de corrupción de una ciudad donde las clases pudientes gobiernan protegidas por ciertos elementos de la policía, muy dados a tontear con la corrupción. Además, no podían faltar algunos toques del género romántico entre algunos de los protagonistas y algún secundario.
Sin embargo, el gran protagonista de la serie, es la creciente ciudad de Nueva York. Tanto en la novela como en la serie, el escenario de la gran city nos muestra desde los barrios de las clases altas, sus bailes y recepciones, hasta los más crudos, sucios y denigrantes barrios donde las mafias y la corrupción completan un paisaje lleno de maleantes, asesinos, degenerados y personas de las que se aprovechan los que estilan su día a día en la ley del más fuerte. Obviamente los inmigrantes son carne de cañón, en una época en la que desde Europa llegaban grandes barcos con miles de emigrantes que huían de la pobreza con la esperanza desesperada de encontrar una vida mejor. Pero es que además, nos encontramos con una ciudad en crecimiento, donde los avances industriales y tecnológicos van abriéndose un hueco en la sociedad. La irrupción del coche, el teléfono, el cine o las construcciones de hierro, decoran capítulo a capítulo la trama y los acontecimientos de las serie y además con lo hace con gran número de detalles y calidad en el diseño de producción.
Respecto a los actores, todos cumplen sus papeles con profesionalidad, acometiendo sus debilidades y fortalezas con la justa medida reflejada en la novela original. Daniel Brühl, Luke Evans y Dakota Fanning componen el trío protagonista y principal de la serie. Los secundarios, todos bien, a excepción de un justito Brian Geraghty, en el papel de un joven Roosebelt. Mención especial para todos los niños que encarna sus complejos papeles con gran mérito por su parte. Una serie bien compuesta y que hace honor a la novela en la que se basa, cumpliendo con honradez y calidad en la percepción de la trama y los personajes creados por Caleb Carr.
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