Llevaba tiempo escuchando buenas críticas sobre esta serie británica, emitida por la BBC y protagonizada por Cillian Murphy. Es más, a estas alturas, acaba de estrenarse su tercera temporada, así que voy tarde. Debo decir que me he encontrado con una serie muy potente a nivel visual, dramático e interpretativo. La acción se desarrolla en Birmingham, después de la 1ª Guerra Mundial, allá por 1919. Tras la vuelta de los veteranos a sus casas, una familia de los barrios bajos de la ciudad, dedicada a negocios más bien turbios, pretende ascender en ese mundo, frente a la oposición de otros grupos de delincuentes y cómo no, la presencia de la policía. Su nombre es los "Peaky Blinders". El robo de un envío de armas al ejército y la llegada de un oficial de policía desde la convulsa Irlanda, eleva la vida del grupo en Birmingham a niveles de guerra por el territorio, las apuestas de juego y la lucha por el poder en la zona.
Con este decorado, los "Peaky Blinders" liderados por la familia Shelby, protagoniza una serie dura, espléndidamente ambientada, en la que la ambición, el liderazgo y el afán de poder campan a sus anchas, entre una sociedad compuesta por la clase obrera, bañada en paro, bajos sueldos, duro trabajo y mucho whisky. Cillian Murphy lidera con su interpretación, un grupo actoral muy potente que consigue plasmar en la pantalla la dureza de los bajos fondos en la Birmingham de postguerra. Llamo la atención en el importante elenco femenino. Helen McCrory, contundente en su actuación como la hermana mayor con fuerte ascendiente en la familia y una bellísima Annabelle Wallis, en un papel bastante complejo y oscuro. Ambas realizan unas estupendas interpretaciones. Extraordinaria serie, de la que no me pienso perder sus siguientes temporadas.