La última gran versión de la gran novela del maestro Leon Tolstoi ha sido llevada recientemente a la pequeña pantalla por la BBC británica. Dividida en 6 capítulos, en España ha sido estrenada por Movistar + en 8 capítulos, dividiendo el último original en dos partes. Dirigida por Tom Harper ha disfrutado de la interpretación de actores y actrices de la talla de Paul Dano, extraordinario en la piel de Pierre Bezukhov, James Norton, como el Príncipe Bolkonsky y Lilly James en el papel de Natasha Rostova, en sus papeles principales y trío estrella de esta gran versión de la novela de Tolstoi. Además, han participado grandes secundarios como Gretta Scacchi, Jim Broadbent, Stephen Rea, Gillian Anderson o Bryan Cox.
Pero todo esto quedaría vació si no se complementara con una dirección, montaje y elección de actores y actrices tan acertada como concienzuda. La novela de Tolstoi goza de fidelidad en la serie, no solo en lo que respecta al texto, sino también y aquí está lo importante, en lo referente a los caracteres, sensibilidades, debilidades y vaivenes en la vida de los personajes. El director Tom Harper dirige con mano firme la gran inmensidad y profundidad de los protagonistas en su humanidad, algo que desde mi lectura de la novela, no había terminado de captar en las distintas versiones de televisión y cine que hasta ahora había disfrutado. Esta versión, acompañada de una acertada fotografía y una bso muy bien compuesta, logra acercar los personajes universales que presenta el novelista al lector, produciendo en él sentimientos, emociones y por qué no, las contradicciones de los protagonistas de la obra de Tolstoi llevada a la pantalla.
Vislumbro algunos detalles que me recuerdan al montaje y manera de dirigir del director Joe Wright, auténtico conocedor de la época. La sensibilidad en las miradas, en las palabras que salen de las bocas de, por ejemplo, Pierre o del Príncipe Bolkonsky, ahondan en el trasfondo de sus sentimientos más hondos, al respecto de su microuniverso, en el entorno de una época de guerra y paz, que trascurre entre 1805 y la invasión de Napoleón a Rusia en 1812. El paisaje histórico, el devenir de los sucesos en la vida de las familias protagonistas, viaja a lo largo de los capítulos con tanta fluidez y profundidad como el texto de Tolstoi. En definitiva una serie que no solo hay que ver, sino que recomiendo tener y disfrutar de vez en cuando, por su calidad y seriedad. Un diez sobre diez, sin duda alguna.
Vislumbro algunos detalles que me recuerdan al montaje y manera de dirigir del director Joe Wright, auténtico conocedor de la época. La sensibilidad en las miradas, en las palabras que salen de las bocas de, por ejemplo, Pierre o del Príncipe Bolkonsky, ahondan en el trasfondo de sus sentimientos más hondos, al respecto de su microuniverso, en el entorno de una época de guerra y paz, que trascurre entre 1805 y la invasión de Napoleón a Rusia en 1812. El paisaje histórico, el devenir de los sucesos en la vida de las familias protagonistas, viaja a lo largo de los capítulos con tanta fluidez y profundidad como el texto de Tolstoi. En definitiva una serie que no solo hay que ver, sino que recomiendo tener y disfrutar de vez en cuando, por su calidad y seriedad. Un diez sobre diez, sin duda alguna.