"23 de enero de 1516, Fernando el Católico fallece en
Madrigalejo. Muere como rey de Aragón, Valencia, Sicilia, Nápoles y Navarra,
conde de Barcelona y gobernador del reino de Castilla —títulos que deja a su
hija Juana, ya monarca castellana—. Fernando había sido un militar de éxito, un
amante de la buena vida, un político maquiavélico, un hábil cazador, un
conspirador sibilino y un padre que buscó con las alianzas matrimoniales
aumentar su poder. Llegó a ser sin duda unos de los hombres más poderosos de
una Europa que empezaba a ser moderna. Pero por encima de todo fue el primer
monarca en ceñir todas las coronas que constituyen la España de
hoy".
"En
el quinto
centenario de su muerte, Henry Kamen —uno de los hispanistas más reconocidos— retrata
al rey católico como un personaje único y trascendental de nuestra historia al
que conocemos más por su leyenda,
negra o blanca, que por su realidad. Una biografía apasionante que está llamada
a convertirse en referencia fundamental en la bibliografía sobre
Fernando".
Estos dos primero párrafos de la reseña de hoy, forman parte de lo que aparece en la web de la editorial que publica este libro de Kamen y por ello aparece entrecomillado. Henry Kamen es un historiador que ha escrito mucho sobre la historia de España. Particularmente, tengo leídos además del que hoy reseño, el dedicado a Felipe II y al Duque de Alba. El escritor tiene una manera muy particular de ver la historia de España y sus personajes más sobresalientes, y generalmente adopta un perfil bastante negacionista, al respecto de sus logros, triunfos y éxitos. Con esta premisa, me gustaría aportar algunas opiniones, pocas, sobre el libro que hoy reseño, dedicado a la figura de Fernando el Católico.
Kamen, en sus primeras 200 páginas presenta las circunstancias en que se encontraban Aragón y
Castilla previas y posteriores al casamiento de Fernando con Isabel. Las guerras civiles de
Castilla, el reinado del rey de Aragón Juan II, padre de Fernando, los sucesos
alrededor de Carlos, Príncipe de Viana, los enfrentamientos en Cataluña y las relaciones de Castilla con Portugal y Francia. Por
supuesto, y con bastante claridad, enfoca su explicaciones en la estructura de
los distintos Reinos, sus Cortes, municipios y las relaciones entre cada una de
estas instituciones y peculiaridades. Hasta este punto, bastante conciso pero
suficientemente claro y estructurado.
Sin embargo, a pesar de tener buen ritmo y
estructurar bien el libro para explicar estos hechos, de repente Kamen, se enfrasca en contar la problemática con los conversos y la relación con los
judíos y la Inquisición, a lo largo de casi dos siglos, olvidándose casi plenamente de la figura
de Fernando y realizando un pequeño ensayo dentro de otro, dedicado a estos
temas, en los que apenas nombra en algunas páginas al rey aragonés. Es verdad
que lo utiliza para explicar posteriormente la creación de la Inquisición y la
relevancia de la implicación del rey en su funcionamiento y utilización para
acaparar más poder. Sin embargo, en esta fase el autor se centra, a mi
entender, en el tema judío, desviando la atención de su figura como monarca.
En otro de los capítulos importantes del libro, el
dedicado al descubrimiento de América, Kamen vuelve desviar la atención de
Fernando, para realizar un pequeño resumen de su visión de la conquista llevada
a cabo por Colón. Además los capítulos dedicados a la economía, cultura y religión,
resultan muy superficiales y bastante críticos con la situación de los reinos
hispánicos y su entorno.
Más interesante resulta
el capítulo correspondiente a la intervención en Nápoles... Todo bien hasta que
Kamen explica el por qué retiró su confianza en el Gran Capitán tras las
victorias en Italia... Yo pensaba que una de las razones por las que le retira
el virreinato en Nápoles, es que al morir Isabel y cesár Fernando como rey de
Castilla, Gonzálo de Córdoba al ser castellano, pasaría a depender de Juana y
Felipe, los nuevos reyes de Castilla, por lo que rápidamente Fernando viaja a
Nápoles y aún premiando al Gran Capitán lo aleja lo más posible de Italia...
Eso había leído... Pues Kamen no dice nada al respecto.
En definitiva y ya
terminado "Fernando el Católico", he quedado bastante decepcionado
por su superficialidad. Es verdad que el autor remarca en su prólogo, que es un
libro introductorio al personaje, pero yo esperaba más.
Además de que en tres o cuatro
capítulos apenas nombra al rey aragonés, encuentro que Kamen no profundiza
apenas en el personaje, a no ser en algunas facetas de su vida, como en lo
concerniente a Aragón y Cataluña, su relación con Castilla y su intervención en
Italia... En otros temas, pasa rápido, como sucede en la compleja situación creada tras la muerte de su esposa Isabel. Además, hecho de menos un índice
bibliográfico o de autores.
En definitiva, como casi siempre, Kamen, en mi opinión cae en un punto de vista negacionista al respecto de los reinos hispánicos y su poder e imperio. Puntualiza constantemente que los éxitos del reino de Isabel y Fernando casi nunca son propios, sino heredados y sus protagonistas la gran mayoría de las veces, para bien, son extranjeros. Todo ello a excepción de sus comentarios sobre el Gran Capitán y Cisneros. Hasta a Fernando le minimiza su política internacional remarcando que los rasgos de la política aragonesa en el Mediterráneo le fueron legados por sus predecesores. En su último capítulo me ha sorprendido como ha resaltado la idea concebida sobre Fernando como un rey místico, rey mesiánico e incluso como potencial conquistador de Jerusalén...
Como libro introductorio funciona, pero tampoco empapa al lector sobre la vida de Fernando. Más bien lo introduce en un contexto histórico, sin profundizar en él.
En definitiva, como casi siempre, Kamen, en mi opinión cae en un punto de vista negacionista al respecto de los reinos hispánicos y su poder e imperio. Puntualiza constantemente que los éxitos del reino de Isabel y Fernando casi nunca son propios, sino heredados y sus protagonistas la gran mayoría de las veces, para bien, son extranjeros. Todo ello a excepción de sus comentarios sobre el Gran Capitán y Cisneros. Hasta a Fernando le minimiza su política internacional remarcando que los rasgos de la política aragonesa en el Mediterráneo le fueron legados por sus predecesores. En su último capítulo me ha sorprendido como ha resaltado la idea concebida sobre Fernando como un rey místico, rey mesiánico e incluso como potencial conquistador de Jerusalén...
Como libro introductorio funciona, pero tampoco empapa al lector sobre la vida de Fernando. Más bien lo introduce en un contexto histórico, sin profundizar en él.