Hace mucho que no publico un reportaje fotográfico en el blog y ya va siendo hora. Hará un par de semanas visité Sangüesa, ciudad insigne e histórica situada en Navarra. Una de las iglesias más bellas de esta tierra la podemos encontrar precisamente en esta localidad. Santa María la Real fue construida durante el siglo XII, al que pertenencen su planta de tres naves y su magnífica portada. Posteriormente y en los siglos XIII y XIV se construyó su torre octogonal, definiendo el perfil definitivo de este templo navarro. El pórtico románico es lo que ha hecho famosa a esta iglesia, siendo un referente en el románico de la Comunidad Foral. No solo resulta complejo y extremadamente rico en simbolismo, sino que además sabemos el nombre de los dos escultores que dirigieron la obra de manera consecutiva. Uno se llamaba Leodegarius, borgoñés, y posteriormente terminaría su construcción el viejo maestro del monasterio de San Juan de la Peña, llamado Maestro de Agüero.
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