Casi nueve años después de publicarse el primer número que Desperta Ferro dedicaba a la figura de Alejandro Magno, sale a la luz la última y cuarta parte de su particular biografía por entregas, en la que se detallan el paso del líder macedónico por la India en el 327 a.C. y su regreso a Babilonia hasta su muerte en el año 323 a.C. Desde su salida de Macedonia al mando de sus huestes, Alejandro había derrotado al imperio Persa, visitado Egipto, cruzado Asia Central hasta llegar a la misma India. En este último periodo en le que se adentra la editorial, se dieron pequeñas y pírricas victorias, y una gran batalla que cayó del lado de Alejandro. Sin embargo, una serie de circunstancias, entre las que se encuentran los años de duros viajes y enconados esfuerzos, además de cierta orientalización de su imperio, hizo que se viera obligado a regresar, para morir sin ver de nuevo tierras macedonias. Se cierra así, uno de los grandes periplos históricos de un hombre que ha dejado a propios y extraños maravillados con el aura de uno de los personajes más famosos de la historia.
El primer artículo muestra al lector el paso de los macedonios y las tropas de Alejandro por el Hindu Kush, una territorio lleno de valles, fortificaciones en altura y un buen número de enemigos, que les llevarán hasta el cruce del río Indo, en las puerta de la India y su enfrentamiento con el rey Poro. Precisamente, es en el tercer artículo del número donde se analiza, de cabo a rabo, la última gran batalla del macedonio, enfrentándose a este rey, al que derrotó en el cruce del río Hidaspes. Después de aquello, se volvió de nuevo al modelo de guerrra de guerrillas que tuvo que presentar a su paso por Bactriana y Sogdiana, es decir, luchando contra insurgentes, pequeños pero belicosos pueblos, lo que le forzó a dividir en varias ocasiones su ejército, ya cansado y quejoso en aquellos últimos tiempos. Esto dio paso a rebeliones intestinas y a una actitud más sangrienta y tirana por parte de un Alejandro que ya no se parecía al aquel esplendoroso y magnánimo guerrero y líder del inicio de su epopeya. Solo quedaba regresar a Persia. Un regreso, contado en otro espléndido artículo, en el que su ejército sufriría hambre, enfermedades y terribles penurias, a su paso por el territorio de Gegrosia, para llegar a Persia, habiendo perdido en este ultimo gran viaje, más hombres que en todo su periplo realizado hasta entonces.
En este trance de último capitulo, se sucedieron una serie de circunstancias que sobrellevaron cambios y revoluciones internas en el entorno más cercano y en la administración y el ejército de Alejandro, asuntos tratados con detalle en cuatro artículos que complementan este fantástico número que cierra el largo proyecto de Desperta Ferro de recorrer la vida y conquistas del macedonio. En primer lugar, y no es poca cosa, se profundiza en la presencia de las mujeres en su vida, desde su madre, hasta sus mujeres tomadas entre pueblos lejanos, en el propio juego geopolítico del conquistador. Esta situación junto a la introducción en el ejército y en su administración más cercana de personas pertenecientes a los pueblos conquistados en Persia y en otras latitudes, además de proponer matrimonios mixtos y conceder gobiernos a hombres ajenos a su primer grupo de confianza macedonio, dio paso a motines varios, tal como indica el correspondiente artículo, que cambiaron su modo de proceder de ahí en adelante, forzándole finalmente a regresar a Persia. Todos estos hechos y decisiones de Alejandro III, desembocan en los dos últimos artículos dedicados a la orientalización de su imperio y, paralelamente, a su deificación, en lo que respecta a su culto en vida y muerte, y la herencia de su imagen tras su fallecimiento. Todo para cerrar de manera sobresaliente un número que no hay que perderse, junto a los tres publicados anteriormente por la editorial.
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