Desperta Ferro - "La Segunda Guerra Púnica (III) Trebia y Trasimeno"

 

Este mes de enero se ha publicado la tercera entrega de la serie de revistas que, la serie bimensual de Desperta Ferro Ediciones en su línea de Hª Antigua y Medieval, está dedicando a la Segunda Guerra Púnica. Tras los dos primeros números Aníbal en Hispania y El paso de los Alpes, este número se refiere a las batallas de Trebia y Trasimeno, localizadas, la primera en el Valle del Po y la segunda en territorio de Etruria.

Tras el paso de los Alpes, Aníbal llegó al valle del Po, donde se estableció para dar descanso a sus hombres y captar nuevos aliados con los que complementar su ejército. El invierno avanza y Roma envía al cónsul Sempronio al mando de las legiones relativamente bisoñas y poco motivadas. El segundo artículo de este número nos localiza en la fecha del 21 de diciembre del 218 a.C. en las orillas del río Trebia. Tras un triunfo menor de la caballería de Sempronio y llevado por cierta exaltación, envía a sus legiones a través del río contra el campamento cartaginés. Sin ser una derrota definitiva, ya que gran parte de la formación central de los romanos logró escapar, hasta diez mil efectivos, esta batalla evidenció de manera definitiva la capacidad y superioridad táctica de Aníbal. El siguiente paso fue cruzar los Apeninos evitando el enfrentamiento en los dos paso francos copados por el propio Sempronio y por Flaminio. Y es aquí donde los cartagineses se enfrentaron con un reto aún más grande que el cruce de los Alpes. El cruce de las marismas del Arno y cierto retraso en la respuesta de Flaminio, estacionado en Arretio (Arezzo), dejó vía libre a la iniciativa de Aníbal provocando otra terrible derrota romana a orillas del lago Trasimeno, ya en territorio de Etruria. La estrategia de Aníbal, una vez localizado en el valle del Po y vencido en Trebia, se enmarca un artículo puente entre ambas batallas. En su contenido se muestra el avance y el cruce de los Apeninos, y enlaza directamente con el artículo extenso y muy detallado, que da razón del enfrentamiento en Trasimeno, aportando las distintas teorías sobre la localización de la batalla en base al terreno geográfico y al movimiento envolvente realizado por las tropas cartaginesas. 

Complementando, a nivel militar y estratégico, estos tres artículos comentados en el anterior párrafo, otro más hace referencia a las razones por la que Aníbal no se dirigió directamente hacia Roma tras sus victorias y decidió dirigirse a las llanuras del mar Adriático. Muy interesante el análisis sobre la frase de su general de caballería, Maharbal, Vincere scis, Hannibal; victoria uti nescis, habitualmente referida a la batalla de Cannas, pero que bien podría haberse referido a la batalla de Trasimeno. Debido a que en el avance de los cartagineses, tras el cruce de los Apeninos, penetraron en territorio de Etruria, otros dos artículos, abordan la situación de los etruscos y su relación con Roma, tanto en sus alianzas y guerras, como el servicio militar prestado a la capital romana, integrando sus ejércitos, antes, durante y tras la presencia cartaginesa en Italia. Para terminar y como complemento a este número, se incluye un curioso y llamativo artículo en el que se analiza y estudia la presencia de los elefantes en el ejército de Aníbal, abordando especialmente las peculiaridades de la raza utilizada y sus posibles características.