"Sound of metal"

 

Nominada a seis premios Oscar, Sound of metal, película distribuida por Amazon Prime, es una de esas pequeñas e independientes películas que una vez vistas dejan huella una profunda en el espectador. Es una pena que el hecho de ser estrenada en una plataforma de televisión, implique la limitada visibilidad de la película. Y es quizás por ello la inmerecida poca repercusión que ha tenido. Es uno de esos hándicaps de los tiempos actuales. En mi caso he tardado más de lo debido en visionar este film dirigido por el novel Darius Marder e interpretado por un fabuloso Riz Ahmed, quien ya demostró sus dotes interpretativas y su gran solvencia ante las cámaras, en la mini serie The Night of. 

La trama gira alrededor de un batería de un grupo de trash metal formado junto con su novia vocalista. Mientras realizan una gira de promoción de sus discos por pequeños locales de los EEUU a bordo de su autobús, el joven músico pierde de repente gran parte de su capacidad auditiva. Tras visitar a un especialista y descubrir que su problema es definitivo, el manager del grupo le da la dirección de una comunidad de sordos en la que tendrá que adaptarse a su nueva situación y donde se le ofrece una novedosa y compleja visión de la vida. 

Marder nos propone una película en al que el protagonista se enfrenta, no solo a la terrible pérdida auditiva, sino también a la posibilidad  de no volver a ejercer su profesión de músico. La situación es tremendamente dura. El joven no termina de aceptar su incapacidad casi total de oír y, por tanto, a amoldarse a una situación que le resulta absolutamente extraña y descorazonadora. En su mente sobrevuela otra opción. Implantarse unos audífonos en el cerebro mediante un cara operación quirúrgica. Es esta situación la que le enfrenta a plantearse seguir la propuesta de sobreponerse a su pérdida de la mano del director de comunidad de sordos, un hombre lleno de paciencia y paz interior que intenta inculcar al protagonista el camino de aceptación a su sordera. La lucha interior del músico le zarandea entre admitir sin paliativos su incapacidad recién adquirida o buscar un remedio a la sordera sin asumir en su conciencia dicha circunstancia. A largo del film surgen sentimientos encontrados, grandes silencios y miradas que se mueven entre la incredulidad ante lo sucedido y la búsqueda de una esperanza hacia un incierto futuro.

Sound of metal mantiene cierto paralelismo con la también nominada y ganadora de los premios Oscar de este año, Nomadland. Son películas de perfil pseudo independiente, sus protagonistas se enfrentan a retos vitales casi insalvables, deben aprender de sus sobrevenidas situaciones personales y mantienen nuevas amistades con las que comparten problemas comunes. A mí personalmente me ha impresionado algo más la que hoy reseño. Con todo no termino de entender por qué su director plantea la ciudad fijada como destino del último viaje realizado por el protagonista al final de la película. Creo que un  viaje más local y no tan lejano, habría cerrado mejor el desenlace de la misma. No me cuadra con las posibilidades económicas del protagonista en ese momento. Con todo, los tres primeros cuartos de la película así como su minuto final, me parecen de lo mejorcito que he visto este año en cuanto a producción cinematográfica se refiere. Sin duda, recomiendo su visionado, aunque solo sea por la soberbia interpretación de Riz Ahmed.