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lunes, 30 de noviembre de 2020
"Muro de escudos" - Justin Hill
viernes, 27 de noviembre de 2020
jueves, 26 de noviembre de 2020
Viuda Negra - "Juego sin restricciones"
miércoles, 25 de noviembre de 2020
martes, 24 de noviembre de 2020
"La ley de Comey"
lunes, 23 de noviembre de 2020
"El gran desierto" - James Ellroy
viernes, 20 de noviembre de 2020
jueves, 19 de noviembre de 2020
"La heredera"
miércoles, 18 de noviembre de 2020
martes, 17 de noviembre de 2020
Vicenza - Teatro Olímpico
lunes, 16 de noviembre de 2020
"Los días del Cáucaso" - Banine
viernes, 13 de noviembre de 2020
jueves, 12 de noviembre de 2020
Daredevil - Grapas 11 y 12 - "Inferno"
miércoles, 11 de noviembre de 2020
martes, 10 de noviembre de 2020
"Antidisturbios" - Miniserie
lunes, 9 de noviembre de 2020
"Los visigodos" - José Soto Chica
viernes, 6 de noviembre de 2020
La foto del viernes - Roma - Piazza di Pietra - Fachada del Templo de Adriano
jueves, 5 de noviembre de 2020
"Falso culpable"
miércoles, 4 de noviembre de 2020
martes, 3 de noviembre de 2020
Viuda Negra - "Hogar, dulce hogar"
lunes, 2 de noviembre de 2020
"Misericordia" - Benito Pérez Galdós
domingo, 1 de noviembre de 2020
Sean Connery - Descanse en Paz
Podríamos comenzar este obituario por Sean Connery, comentando una obviedad, como que ha sido el actor que mejor a representado al personaje de James Bond en la pantalla. Sus tres primeras entregas, Agente 007 contra el Dr. No, Desde Rusia con amor y James Bond contra Goldfinger, son absolutamente imprescindibles. Sin embargo, es innegable que nos encontramos con uno de esos actores que convertía en oro prácticamente todo lo que tocaba. Su personalidad, presencia y desparpajo ante las cámaras lo convirtieron en un icono del cine de los años en los que nos ofreció un buen número de grandes e imperecederas interpretaciones. Solo hay que fijarse en el pequeño papel que interpreta en la mastodóntica El día más largo. Su encarnación de un fusilero escocés en el desembarco de Normandía fue de unos escasos minutos y, sin embargo, quedaría como su primera participación en una gran producción. Ese mismo año grabaría su primer James Bond y ya no pararía hasta el año 2003 en el que interpretó la mediocre La Liga de los hombres extraordinarios.