Daredevil - Volumen 1 - nº 606-612 - Tomo 16 - "La muerte de Daredevil"

Este tomo final de la última etapa publicada en España hasta ahora, del personaje de Daredevil, liderada por el guionista Charles Soule, contiene siete grapas y está dibujada por el bueno de Phil Noto, detalle que lo hace realmente interesante. Noto ya había liderado hace años una de las grandes y escasas etapas de la Viuda Negra en solitario, logrando un importante éxito. Por ello, su llegada al universo de Daredevil era casi un paso necesario y además, un necesario acicate por el que el ya decepcionado aficionado, se hiciera con este tomo, con tal de terminar con el paso de Soule por el personaje, que ha sido  especialmente largo, triste y decepcionante.

Si bien hay algunos puntos de unión entre las siete grapas, estas se pueden dividir argumentalmente en dos grandes fases. Las tres primeras nos muestran a un Matt Murdock/Daredevil empeñado en demostrar ante Nueva York la corrupción y los amaños realizados por Kingpin al hacerse con la alcaldía de la ciudad. Las otras cuatro se vuelcan en la historia que rodea o mejor, sobrevuela, sobre la ya anunciada muerte de Daredevil. Además, como detalle curioso, el propio Phil Noto dibuja de diferente manera y estilo unas grapas y otras, para dar personalidad propia a ambas fases del cómic, eso sí, siempre apostando su notable calidad y su particular forma de dibujar sus cómics.

Sin embargo también hay importantes puntos de conexión entre estas dos fases, lo que hace que la linea dramática funcione bien y esté suficientemente conectada argumentalmente. Por un lado la aparición sorprendente y, en cierta manera, muy divertida, de aquel Mike Murdock, el hermano ficticio que se inventó Matt/Daredevil para distraer la atención de la prensa, en una ya lejana etapa de la historia del superhéroe. Y tengo que reconocer que su aparición, a pesar de resultar rocambolesca, me ha parecido que es los más fresco y divertido que ha presentado Soule en su paso por el personaje. En segundo lugar, otro factor de unión entre las dos partes del tomo, es la inclusión de viejos enemigos y villanos históricos del universo del Diablo Rojo. Y Soule lo hace introduciendo, a veces con  con calzador, sus apariciones y combates, aportado un cariz romántico, que junto al dibujo de Noto, funciona relativamente bien, teniendo en cuenta que está estructurado como una historia final y evocadora.

En definitiva, especialmente en las grapas 609 a 612, Soule ha querido homenajear el universo de Daredevil, en su confrontación ante el lector de la muerte del guardián de Hell´s Kitchen, y tengo que reconocer que no le ha salido del todo mal. Su lucha eterna contra el miedo, la presencia de los villanos que siempre le han acompañado en su carrera, el recuerdo de las novias de su vida y su enfrentamiento continuo con la muerte, aúnan el trabajo final de Soule, con cierta solvencia, algo de lo que ha carecido a lo largo de los tres años en los que ha liderado esta etapa. Ésto, junto a la participación muy adecuada de Phil Noto a los lápices, hace de este tomo una interesante muestra de las posibilidades que genera el trabajo con este superhéroe, que ya ha pasado de los seiscientos números publicados, más especiales y colaboraciones: espero que el nuevo equipo creativo se lo tome bastante más en serio y recupere la esencia del Daredevil que queremos ver muchos y del que hace tanto que nos nos muestran nada.