Cinco días, cinco, hemos estado disfrutado la familia de la capital holandesa. Canales, museos, calles, bicicletas, muchas bicicletas y sobre todo estupendos paseos, nos han llevado por Ámsterdam, disfrutando de su belleza y variopinta singularidad.
Hoy, para empezar la serie de reseñas que publicaré en mi blog, hasta la primera semana de agosto, le toca al impresionante Rijksmuseum, en el que, sobre todo, se puede disfrutar de las obras de los grandes maestros de la pintura holandesa de los siglos XVI y XVII. Durante gran parte del comienzo del siglo XXI, ha sufrido importantes reformas de la mano de los arquitectos españoles, Cruz y Ortiz, especialmente en su hall principal.