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lunes, 26 de mayo de 2025

"Abel" - Alessandro Baricco

 

Han tenido que pasar más de ocho años para ver de nuevo en las librerías una novela de Alessandro Baricco, del que con solo nombrar otras de sus obras literarias como Seda, Homero, Iliada, Océano mar o Novecento, reconocemos a un escritor con estilo propio y una manera inteligente y profunda de entender la literatura. Pues bien, en sus propuestas por viajar en el tiempo al pasado, con Abel, título del libro que aquí reseño, el autor regresa a los EEUU del siglo XIX, después de hacerlo en su anterior novela inédita en España y titulada Smith & Wesson, para localizar la trama a lo largo del periplo vital de un joven sheriff en el lejano territorio fronterizo del oeste estadounidense. 

A lo largo de algo más de ciento cincuenta páginas, Baricco ahonda con sequedad y con un cierto influjo filosófico, sobre la vida y la existencia en aquellos salvajes y desordenados lugares donde nació, creció y falleció un personaje que perfectamente podría llevar el nombre y los apellidos de algunos de aquellos solitarios y malcarados pistoleros del Far West. Mostrando en su páginas y a lo largo de cortos capítulos, pequeñas pero profundas escenas de la vida de Abel, Baricco desnuda sin cortesías el entorno en que se mueve y sobrevive el protagonista. Desde el primer capítulo, directo, seco adornado con cierto aura mística, en cuanto al escenario y a la presentación que se ofrece del personaje, acompañado de su padre y su hermano, allí donde el horizonte se escapa a la mirada y la presencia apabullante de un rifle y un disparo, todo se asienta en lo que va a conllevar el recorrido de la novela. La vida del muchacho va y viene según avanzan los capítulos presentando a los miembros de su heterogénea y peculiar familia. Especialmente llama la atención la figura de la madre, un personaje peculiar, que aparece y desaparece en la vida de Abel, pero que aporta un peso vinculante tan aparatoso como primordial hasta el final de su vida. Sin duda su larga sombra, que carga con una relación extraña y casi antinatural con su hijos, marca el destino de toda la familia.

Pero hay mucho más en esta novela tan aparentemente corta como inmensa en su contenido. La relación con los nativos americanos también forma parte de la narración, en esa compleja y violenta convivencia con el hombre blanco, donde el desconocimiento de sus costumbres, un profundo e inseparable racismo, el peligro a morir y las consecuencias de las expediciones guerreras, asoman también en la narración, con algunas escenas memorables. Además, Baricco no olvida incluir en su novela una amante para su protagonista, una prostituta que visita con asiduidad la cama de Abel, como si fuera la última vez, por causa de sus tiroteos y enfrentamientos como sheriff, en una relación que lo muestra ante el lector en plena desnudez no solo física sino también psicológica. Como si aquella mujer llamada Hallelujah, fuese un agarradero vital y un confesionario de quien se juega la vida al dos por tres. Aparece también un hombre al que llama el Maestro, un hombre que aporta todo un completo apartado filosófico en el que ahonda sobre el sentido de la vida y del que Abel toma cierta aprendizaje sobre aquello que se encuentra por encima de tanta sangre, tanto barro, tanto semen y tanta muerte. 

Todo ello y todos ellos, forman parte de los cimientos que completan y acompañan la peligrosa vida de Abel. Un hombre rápido y certero en el disparo. Un hombre que en el momento de apretar el gatillo paraliza el tiempo, un tiempo visualizado por su mente previamente a disparar, focalizando dónde y cómo dirigirá la bala de su revolver en el cuerpo de su víctima. Pero su destino viene marcado por un pasado que ni siquiera le permite colgar su cartuchera. Tras años de sobrellevar una existencia enfrentándose a hombres que se creían más rápidos que él, la sombra de su madre regresará a su vida y la de sus hermanos, para consolidar un final más o menos previsible, en un ámbito lleno de horizontes inabarcables, personajes solitarios y conversaciones profundas. Baricco nos muestra en esta novela su visión casi metafísica y filosófica de la existencia de joven marcado por su destino. Las escenas, en definitiva, se presentan con fluidez y agilidad, acompañándose de un contundente peso literario en el que pretende interiorizar en el alma del pistolero, incapaz de escapar a un pasado marcado por el entorno salvaje, sórdido y violento del lejano oeste americano. Otra joya del escritor italiano a la que merece acercarse, sin duda.  

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